Las acciones de Telefónica han experimentado un notable aumento de más del 12% desde la llegada de Marc Murtra a la presidencia de la compañía en enero de este año. Este crecimiento se ha producido en un contexto de mercado volátil, marcado por tensiones geopolíticas, lo que ha llevado a los inversores a recibir con optimismo los primeros cien días de gestión de Murtra. En su primera Junta de Accionistas, celebrada el 10 de abril, el nuevo presidente adelantó que su estrategia sería ambiciosa y que Europa sería una de las prioridades clave.
La revalorización de las acciones, que actualmente cotizan alrededor de 4,5 euros, en comparación con los cerca de 4 euros antes de su nombramiento, refleja la confianza del mercado en la dirección que está tomando la empresa. Según un análisis de Bloomberg, el 83% de los analistas que siguen a Telefónica recomiendan comprar o mantener sus acciones, considerándola un valor sólido en un entorno global incierto. Morgan Stanley, en un informe reciente, destacó a Telefónica como uno de los valores europeos mejor posicionados, subrayando su bajo riesgo geopolítico y su capacidad para generar valor a través de operaciones corporativas y crecimiento vinculado a la inteligencia artificial.
Uno de los movimientos más significativos bajo la dirección de Murtra ha sido la aceleración de la estrategia de desinversión en Hispanoamérica. La venta de las filiales en Argentina, Colombia y Perú marca un cambio estratégico que busca centrar los esfuerzos de la compañía en mercados clave como España, Alemania y Reino Unido. Esta estrategia no es nueva; Telefónica ya había expresado su intención de reducir su exposición en la región desde 2019, logrando una disminución del 44% en el capital invertido en Hispanoamérica. Sin embargo, Murtra ha dejado claro que Brasil seguirá siendo un mercado fundamental para la compañía, manteniendo su liderazgo en el país a través de su filial Vivo, que cerró 2024 con una cuota de mercado móvil del 38,8%.
Para liderar esta nueva etapa, Murtra ha impulsado una transformación significativa en el Comité Ejecutivo de Telefónica. Emilio Gayo, con una extensa trayectoria en la empresa, ha sido nombrado nuevo consejero delegado. Además, Borja Ochoa asumirá la presidencia ejecutiva de Telefónica España, mientras que Sofía Collado se convierte en la nueva CEO de Telefónica Tech. Sebas Muriel será el responsable digital de la compañía y Álvaro Echevarría asumirá la Oficina del Presidente. Esta reestructuración busca fortalecer la solidez financiera de la empresa, que Murtra ha señalado como una de las características distintivas de su gestión.
En el contexto actual, donde la incertidumbre económica y política es palpable, la estrategia de Telefónica parece estar alineada con las tendencias del mercado. La compañía ha mostrado un compromiso claro hacia la innovación y la adaptación a las nuevas tecnologías, especialmente en el ámbito de la inteligencia artificial, lo que podría abrir nuevas oportunidades de crecimiento. La alta rentabilidad por dividendo también se ha destacado como un atractivo para los inversores, lo que refuerza la percepción de Telefónica como una opción sólida en el sector de telecomunicaciones.
A medida que Telefónica avanza en esta nueva dirección, la atención se centra en cómo Murtra implementará su visión estratégica y cómo responderá a los desafíos del mercado. La capacidad de la compañía para adaptarse a un entorno cambiante y su enfoque en la sostenibilidad y la innovación serán factores clave para su éxito en los próximos años. La comunidad inversora y los analistas seguirán de cerca los próximos pasos de Telefónica, especialmente en lo que respecta a su desempeño en Europa y su estrategia de desinversión en Hispanoamérica. Con un liderazgo renovado y una clara visión de futuro, Telefónica se posiciona para enfrentar los retos del mercado y aprovechar las oportunidades que surjan en el camino.