Ignacio Aguado, exvicepresidente de la Comunidad de Madrid y líder de Ciudadanos, ha compartido sus reflexiones en una reciente entrevista, donde aborda temas cruciales sobre la política española actual y su trayectoria personal. Su libro, ‘Volando entre halcones’, se convierte en el hilo conductor de una conversación que revela las tensiones y dilemas que han marcado su carrera política.
La necesidad de un cambio en la política española es uno de los puntos centrales que Aguado menciona. Según él, la polarización ha alcanzado niveles alarmantes, y es fundamental que los ciudadanos reflexionen sobre el tipo de política que desean. «Como país, necesitamos una reflexión colectiva y sin sectarismos acerca de qué necesitamos como españoles», afirma Aguado. Esta declaración resuena en un contexto donde los discursos extremos parecen dominar el panorama político, dejando poco espacio para el diálogo y la colaboración.
Aguado también reflexiona sobre el papel que su partido, Ciudadanos, ha jugado en este escenario. A pesar de haber abogado por la centralidad y el diálogo, reconoce que el atractivo de la política actual se encuentra en lo extremo y lo inmediato. «Lo que vende es lo extremo, lo inmediato, el show, el insulto», señala, sugiriendo que esta dinámica ha contribuido a la desaparición de su partido del mapa político.
La relación entre Ciudadanos y el Partido Popular (PP) es otro tema candente que Aguado aborda. En su opinión, la estrategia de Ciudadanos de no buscar la presidencia en la Comunidad de Madrid fue un error. «La opción de que Ciudadanos liderase el Gobierno de la Comunidad de Madrid nunca se barajó», explica, añadiendo que la decisión de no forzar la máquina fue parte de una estrategia nacional que no resultó como esperaban. Aguado admite que, con la perspectiva del tiempo, debió haber propuesto su candidatura a la presidencia de la región.
En cuanto a su relación con Isabel Díaz Ayuso, Aguado describe un ambiente de tensión y desconfianza. La llegada de Miguel Ángel Rodríguez al equipo de Ayuso marcó un punto de inflexión en la coalición. Aguado describe al PP en Madrid como un «Imperio Romano», donde se sentían como «invitados a su fiesta». Esta percepción de ser tratados como meros acompañantes en lugar de socios de igual a igual contribuyó a la fricción entre ambos partidos.
Uno de los momentos más críticos en su relación con el PP fue la solicitud de investigar al padre de Ayuso en el escándalo de Avalmadrid. Aguado se opuso a la idea de permanecer en silencio, argumentando que no estaba en la política para perpetuar un modus operandi corrupto. Esta postura refleja su compromiso con la transparencia y la ética en la política, valores que considera esenciales para cualquier partido.
Aguado también se refiere a la capacidad de Ayuso para navegar en un entorno político polarizado. Según él, Ayuso está rodeada de personas que la apoyan y que han sabido capitalizar su imagen. «Ayuso es un personaje que está muy bien rodeado y que interesa políticamente que siga al alza», comenta, sugiriendo que su ascenso podría ser efímero si pierde el apoyo mediático y de su partido.
El exlíder de Ciudadanos también reflexiona sobre el futuro de la política en España. A pesar de la fragmentación actual, Aguado no descarta la posibilidad de que surja otro partido como Ciudadanos en el futuro. Sin embargo, advierte que en este momento, los «huérfanos políticos» están desconectados y dispersos, lo que dificulta la creación de una alternativa viable.
En cuanto a quién podría ser el próximo presidente del Gobierno, Aguado menciona a Alberto Núñez Feijóo como un candidato con posibilidades, pero también reconoce la capacidad de Pedro Sánchez para desafiar las expectativas. «Pedro es el único presidente que ha sido capaz de vencer al sistema», afirma, lo que sugiere que la política española sigue siendo un terreno impredecible.
Finalmente, Aguado se muestra escéptico sobre las posibilidades de Ayuso de convertirse en presidenta del Gobierno. Argumenta que los barones del PP no permitirán que eso suceda, lo que refleja las luchas internas dentro del partido y la complejidad del panorama político español. La entrevista de Aguado no solo ofrece una mirada a su trayectoria personal, sino que también plantea preguntas importantes sobre el futuro de la política en España y el papel que los ciudadanos deben desempeñar en ella.