En medio de un contexto de creciente tensión en Gaza, la organización ecologista Greenpeace ha llevado a cabo una impactante acción en Madrid, donde han teñido de rojo el agua de la fuente de Neptuno. Esta manifestación tiene como objetivo llamar la atención sobre la reciente adjudicación de 46 contratos a la industria militar israelí, que suman más de 1.000 millones de euros, desde el inicio del conflicto en octubre de 2023. La acción se enmarca en una manifestación más amplia que se llevará a cabo este sábado, en la que se espera que miles de personas marchen en solidaridad con el pueblo palestino.
La situación en Gaza es crítica, con más de 60.000 muertes reportadas desde que comenzó la ofensiva del Ejército israelí. Greenpeace ha calificado esta situación como un genocidio, y su mensaje es claro: «embargo de armas a Israel ya». La organización ha instado al Gobierno español a poner fin a todo comercio de armas con Israel y a prohibir cualquier actividad que contribuya a lo que consideran crímenes de guerra contra el pueblo palestino.
### El Comercio de Armas entre España e Israel
Desde el 7 de octubre de 2023, España ha llevado a cabo 134 operaciones de compraventa de armas con Israel, según un informe del Centro Delàs. Este informe destaca que, a pesar de las declaraciones del Gobierno de Pedro Sánchez sobre la suspensión de operaciones de venta de armas, la realidad es que las conexiones armamentísticas entre ambos países han aumentado significativamente. Este incremento en el comercio militar se ha producido en un contexto donde la comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia en Gaza.
El informe ‘Beneficio colateral’ del Centro Delàs analiza el comercio militar entre España e Israel en los últimos 19 meses, revelando que las relaciones comerciales se han intensificado desde el inicio de las hostilidades. A pesar de las críticas y las manifestaciones en contra, el Gobierno español ha mantenido su postura de continuar con las operaciones de venta de armas, lo que ha generado un fuerte rechazo entre los grupos ecologistas y de derechos humanos.
La situación se complica aún más con la denuncia de Greenpeace sobre el bloqueo ilegal que Israel ha impuesto a la Franja de Gaza, limitando la entrada de alimentos, medicinas y productos esenciales. Esta acción ha sido calificada como un crimen de guerra, y la organización ecologista sostiene que está provocando hambre, desnutrición y enfermedades en la población civil.
### Reacciones Políticas y Sociales
La respuesta del Gobierno español ante las críticas ha sido variada. Mientras algunos partidos políticos, como Sumar, han exigido a Sánchez que rompa todo vínculo diplomático y económico con Israel, otros han defendido la continuidad de las relaciones comerciales. La postura del Ministerio del Interior ha sido reafirmar que no se comprarán más armas a Israel, aunque las cifras indican lo contrario.
La manifestación del sábado en Madrid se espera que sea una de las más grandes en apoyo al pueblo palestino, con la participación de diversas organizaciones sociales y políticas. La convocatoria ha llamado la atención no solo por su mensaje de solidaridad, sino también por su crítica a la política armamentística del Gobierno español. Activistas y ciudadanos se unirán para exigir un cambio en la política exterior de España, demandando un embargo total de armas a Israel y un compromiso real con los derechos humanos.
La presión sobre el Gobierno español está aumentando, y las acciones de Greenpeace son solo una parte de un movimiento más amplio que busca visibilizar la crisis humanitaria en Gaza y la complicidad de los gobiernos europeos en el conflicto. La comunidad internacional sigue observando de cerca la situación, y las manifestaciones en ciudades como Madrid son un reflejo del descontento social ante la política de armamento y la falta de acción efectiva para detener la violencia en la región.
A medida que se intensifican las protestas y las denuncias, la pregunta sobre la responsabilidad de los gobiernos en el comercio de armas y su impacto en conflictos internacionales se vuelve cada vez más relevante. La situación en Gaza es un recordatorio de las consecuencias devastadoras que pueden surgir de las decisiones políticas y económicas, y la presión pública podría ser un factor clave en la búsqueda de un cambio significativo en la política exterior de España.
