La Organización Mundial de la Salud (OMS) está a punto de lanzar nuevas directrices que prometen transformar la forma en que se aborda la salud mental a nivel global. Michelle Funk, responsable de Política, Derecho y Derechos Humanos del Departamento de Salud Mental de la OMS, anunció que estas directrices se publicarán en noviembre y tendrán un enfoque integral que involucra a todos los sectores gubernamentales. Este enfoque es crucial, ya que la salud mental afecta a todos los aspectos de la vida y requiere la colaboración de diversas áreas para lograr un impacto real.
### Un Enfoque Multisectorial
Durante la Jornada ‘Derecho a ser humano: derechos humanos en salud mental’, Funk destacó que la salud mental no puede ser responsabilidad exclusiva del sector sanitario. En su discurso, enfatizó que cada sector, desde la educación hasta la justicia, tiene un papel que desempeñar en la promoción y protección de la salud mental. Esto incluye áreas como el empleo, la protección social, el desarrollo urbano y rural, así como la cultura y el medio ambiente.
El mensaje de la OMS es claro: la salud mental debe ser una prioridad en todas las políticas públicas. Esto significa que los gobiernos deben integrar la salud mental en sus agendas, asegurando que se tomen medidas concretas en todos los sectores. La OMS está impulsando programas como ‘Quality Rights’, que instan a los Estados miembros a adoptar medidas de apoyo psicosocial. Este enfoque integral es fundamental para abordar los problemas de salud mental de manera efectiva y sostenible.
### Herramientas y Recursos para la Reforma
Funk también mencionó que la OMS ha lanzado nuevas directrices sobre políticas de salud mental y planes de acción estratégicos, que establecen los pilares fundamentales para un sistema de salud mental robusto. Estas directrices proporcionan a los países las herramientas y conocimientos necesarios para reformar sus sistemas de salud mental a todos los niveles. La colaboración entre diferentes sectores es esencial para fortalecer la salud mental de las comunidades y garantizar que los derechos humanos en esta área no sean solo palabras vacías, sino una realidad vivida por todos.
La OMS reconoce que no es una tarea fácil, pero es necesaria. La salud mental ha sido históricamente un tema estigmatizado y a menudo ignorado en las políticas públicas. Sin embargo, el aumento de los problemas de salud mental a nivel mundial, exacerbados por la pandemia de COVID-19, ha puesto de relieve la urgencia de abordar esta cuestión de manera integral. La OMS está comprometida a trabajar con los países para garantizar que se implementen estas directrices y se logren los objetivos establecidos.
La salud mental es un derecho humano fundamental, y su promoción y protección deben ser una prioridad en todas las políticas públicas. La OMS está liderando el camino hacia un enfoque más inclusivo y colaborativo, donde todos los sectores de la sociedad asuman la responsabilidad de cuidar la salud mental de sus ciudadanos. La publicación de estas nuevas directrices es un paso significativo hacia la creación de un futuro donde la salud mental sea valorada y atendida adecuadamente en todos los niveles de la sociedad.