Las manifestaciones del Primero de Mayo de 2025 han resonado con fuerza en toda España, uniendo a miles de trabajadores y trabajadoras en una lucha común por la reducción de la jornada laboral y la defensa de los derechos laborales. Bajo el lema «Proteger lo conquistado, ganar el futuro», los sindicatos han hecho un llamado a la acción, recordando la historia del movimiento obrero y la importancia de no retroceder en las conquistas sociales alcanzadas a lo largo de los años.
Las movilizaciones, que se llevaron a cabo en más de 80 ciudades, han tenido un mensaje claro: la necesidad de reducir la jornada laboral máxima a 37,5 horas semanales sin merma salarial. Esta medida, que ya cuenta con el respaldo del Ministerio de Trabajo, aún debe superar su tramitación parlamentaria, lo que ha generado preocupación entre los líderes sindicales. Unai Sordo, secretario general de CCOO, ha advertido sobre la posibilidad de un sabotaje político a este avance histórico, instando a la ciudadanía a mantenerse alerta y movilizada.
### Un Contexto de Lucha y Resistencia
El contexto de estas movilizaciones no solo se centra en la reducción de la jornada laboral, sino también en un rechazo más amplio a las políticas autoritarias que amenazan los derechos laborales y democráticos. Los líderes sindicales han denunciado la creciente ola de reacciones en contra de los derechos sociales, señalando que hay «caballos de Troya» en España que buscan socavar las conquistas logradas por el movimiento obrero.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha estado presente en las manifestaciones, reafirmando su compromiso con la agenda laboral y la necesidad de avanzar en la reducción de la jornada laboral. Díaz ha enfatizado que la jornada de 40 horas ha estado congelada durante cuatro décadas y que es hora de avanzar hacia un modelo laboral más justo y equitativo.
Las voces de los trabajadores en las calles han sido diversas y representativas de una amplia gama de preocupaciones. Desde la precariedad laboral hasta el aumento de los accidentes en el trabajo, los manifestantes han expresado su descontento con la situación actual. Trabajadores como Nieves, una trabajadora social a punto de jubilarse, han recordado que los derechos laborales no son regalos, sino conquistas que han costado mucho esfuerzo y sacrificio.
### La Diversidad de las Movilizaciones
Las manifestaciones del Primero de Mayo han sido un espacio de encuentro no solo para los sindicatos mayoritarios, como CCOO y UGT, sino también para otras organizaciones que han convocado movilizaciones alternativas. En Madrid, la presencia de figuras del Gobierno de coalición y representantes de partidos como Sumar y Podemos ha sido notable, reflejando un apoyo político a las reivindicaciones laborales.
En Barcelona, miles de personas también se unieron a la marcha, que culminó frente a la sede de Foment del Treball, mientras que en otras regiones como Euskadi y Galicia, las movilizaciones han tenido un carácter más regional. En Euskadi, CCOO y UGT organizaron actos conjuntos, mientras que ELA y LAB llevaron a cabo movilizaciones propias, centradas en demandas específicas como un salario mínimo vasco superior al estatal. En Galicia, las marchas se centraron en la reducción de la jornada laboral y la denuncia de conflictos armados internacionales, bajo el lema «Galiza contra as guerras».
La diversidad de las movilizaciones refleja la pluralidad de voces y demandas que existen en el panorama laboral español. Desde trabajadores autónomos hasta empleados de grandes empresas, todos han encontrado un espacio para expresar sus inquietudes y luchar por un futuro laboral más justo. La participación activa de la ciudadanía en estas movilizaciones es un indicativo de que la lucha por los derechos laborales sigue siendo una prioridad en la agenda social del país.
Las manifestaciones del Primero de Mayo de 2025 han sido un claro recordatorio de que la lucha por los derechos laborales es un camino que requiere unidad y perseverancia. A medida que los trabajadores y trabajadoras se movilizan para exigir cambios significativos en sus condiciones laborales, queda claro que el espíritu del movimiento obrero sigue vivo y que la lucha por la justicia social y laboral continúa siendo una prioridad en la sociedad española.