La reciente muerte del papa Francisco ha conmovido a millones de fieles alrededor del mundo. A los 88 años, el pontífice dejó un legado significativo en la Iglesia católica y en la sociedad en general. Su funeral, celebrado el 21 de abril de 2025, marcó el inicio de un periodo de luto y reflexión para muchos, mientras que su tumba en la Basílica de Santa María la Mayor se ha convertido en un lugar de peregrinación para los devotos que desean rendir homenaje a su figura.
La Basílica de Santa María la Mayor, donde reposan los restos del papa Francisco, es una de las cuatro basílicas mayores de Roma y un importante centro de devoción mariana. Desde el 27 de abril, los fieles han comenzado a visitar su tumba, que ha sido diseñada con mármol de la región italiana de Liguria. La tumba lleva la inscripción ‘Franciscus’ y una reproducción de su cruz pectoral, simbolizando su papel como líder espiritual. La ubicación de la tumba, en un nicho entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, ha sido elegida por el propio papa, quien expresó su deseo de ser enterrado allí debido a su profunda devoción hacia esta basílica.
### Un Funeral que Unió a la Comunidad
El funeral del papa Francisco fue un evento que reunió a miles de personas en la Plaza de San Pedro, donde se celebraron misas y ceremonias en su honor. La misa principal fue presidida por el cardenal Pietro Parolin, quien fue secretario de Estado del Vaticano. Durante la ceremonia, se recordó la vida y el legado del papa, así como su compromiso con la paz, la justicia social y el diálogo interreligioso. La presencia de jóvenes congregados para el Jubileo del 2025 añadió un aire de esperanza y renovación a la ceremonia, simbolizando la continuidad de su mensaje entre las nuevas generaciones.
La exviceportavoz del papa, Paloma García Ovejero, compartió su experiencia durante el funeral, destacando la emotividad del evento y la conexión que muchos sintieron con el pontífice. «He aguantado hasta la homilía», comentó, reflejando la profunda admiración y respeto que muchos sienten hacia Francisco. Este tipo de testimonios resalta la importancia del papa no solo como líder religioso, sino también como figura pública que tocó la vida de muchas personas.
### La Visita a la Tumba: Un Acto de Devoción
Desde que la Basílica de Santa María la Mayor abrió sus puertas al público para permitir la visita a la tumba del papa Francisco, cientos de fieles han hecho cola para rendir homenaje. Muchos de ellos llevan flores y se toman fotografías junto a la sencilla tumba, que se ha convertido en un símbolo de su legado. La afluencia de visitantes es un testimonio del impacto que tuvo el papa en la vida de las personas y su capacidad para inspirar a otros a seguir su ejemplo de amor y compasión.
La decisión de ser enterrado en esta basílica, en lugar de en el Vaticano, refleja su deseo de estar cerca de la comunidad y de aquellos que lo veneraban. Durante su vida, el papa Francisco siempre enfatizó la importancia de la cercanía con el pueblo y su compromiso con los más necesitados. Este acto final de su vida es un reflejo de su misión y su deseo de permanecer accesible a todos.
La misa en memoria del papa Francisco, que se celebró en el atrio de la Basílica de San Pedro, fue un momento significativo en el que se unieron los fieles para recordar su vida y su legado. La ceremonia, que tuvo lugar en el segundo día de los Novendiales, fue un recordatorio de la importancia de la comunidad y la fe en momentos de pérdida. La presencia de jóvenes en este evento también subraya la relevancia del mensaje del papa Francisco para las nuevas generaciones, quienes buscan inspiración en su ejemplo de vida.
La tumba del papa Francisco, con su diseño sobrio y significativo, se ha convertido en un lugar de reflexión y oración. Los visitantes no solo vienen a rendir homenaje, sino también a buscar consuelo y esperanza en su legado. La sencillez de su sepulcro contrasta con la grandeza de su mensaje, que aboga por la paz, la justicia y la unidad entre todos los pueblos.
La vida y obra del papa Francisco continúan resonando en el corazón de muchos, y su tumba en la Basílica de Santa María la Mayor se erige como un faro de luz y esperanza para todos aquellos que buscan seguir su camino de amor y servicio a los demás. A medida que los fieles continúan visitando su tumba, el legado del papa Francisco perdura, recordándonos la importancia de vivir con compasión y dedicación hacia los demás.