En el contexto político español, Vox ha sido un actor relevante desde su irrupción en la escena nacional en 2019. Sin embargo, a medida que se acerca el año electoral de 2025, el partido enfrenta desafíos internos que ponen en entredicho su discurso triunfalista. A pesar de las afirmaciones de crecimiento en afiliación, los datos financieros revelan una situación preocupante que podría afectar su futuro.
**Desgaste Financiero y Caída de Ingresos**
Uno de los aspectos más alarmantes para Vox es la caída en sus ingresos por cuotas de afiliación, que son su principal fuente de financiación. En 2024, los ingresos se situaron en 3.761.130,61 euros, la cifra más baja desde su entrada en la política nacional. Esta cantidad representa una disminución de 1,3 millones de euros en comparación con 2021, un año en el que el partido alcanzó su máximo histórico de ingresos con más de cinco millones de euros.
A pesar de que Vox ha anunciado un aumento en el número de afiliados, con un total de 67.769 a mediados de 2024, la realidad es que solo el 50% de estos se encuentra al corriente de pago. Esto significa que, de los 65.615 miembros registrados, solo 32.022 pueden ejercer sus derechos como militantes de pleno derecho. Esta discrepancia entre el número de afiliados y los que realmente contribuyen económicamente es un indicador de la falta de compromiso de su base.
Además, el partido ha experimentado un aumento en las bajas de afiliación. En 2024, 5.036 personas se dieron de baja, mientras que las nuevas altas no alcanzaron las 4.000. Aunque las bajas han disminuido en comparación con 2023, donde se registraron 6.850, el ritmo de crecimiento se ha estancado, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de su modelo de afiliación.
**Estrategias de Afiliación y Financiación Externa**
Ante este panorama, Vox ha intensificado sus campañas de afiliación, impulsadas desde su sede nacional en Bambú. Estas iniciativas forman parte de una estrategia más amplia para consolidar su posición como alternativa al bipartidismo, especialmente con la vista puesta en las elecciones de 2025. Sin embargo, esta ofensiva llega en un momento en que el partido ha perdido poder institucional y ha quedado fuera de varios gobiernos autonómicos.
El desgaste financiero ha llevado a Vox a buscar apoyo económico entre sus militantes, lo que coincide con una sanción del Tribunal de Cuentas por 862.496,72 euros debido a irregularidades en su financiación. Esta situación ha obligado al partido a hacer un llamamiento a sus seguidores, pidiendo que se afilien y contribuyan económicamente para protegerse de lo que ellos consideran ataques del gobierno actual.
Curiosamente, a pesar de esta necesidad de apoyo financiero, Vox ha suscrito un nuevo crédito millonario con el banco húngaro MBH, vinculado al gobierno de Viktor Orbán. Esta decisión ha generado críticas y cuestionamientos sobre la transparencia y la ética del partido en su gestión financiera. La dependencia de financiación externa podría ser un factor de riesgo que comprometa su autonomía y capacidad de acción en el futuro.
**El Futuro de Vox en el Contexto Político Español**
A medida que se acercan las elecciones de 2025, Vox se enfrenta a un dilema crítico: cómo mantener su relevancia y poder en un entorno político cada vez más competitivo. La combinación de una base de afiliados menos comprometida y la necesidad de buscar financiación externa plantea serias dudas sobre su capacidad para sostener su discurso de fortaleza y crecimiento.
La situación actual de Vox refleja un momento de inflexión en su trayectoria política. A pesar de los intentos de proyectar una imagen de crecimiento y consolidación, los datos financieros y las dinámicas internas sugieren que el partido podría estar en una trayectoria descendente. La capacidad de Vox para adaptarse a estos desafíos y encontrar nuevas formas de conectar con su base será crucial para su futuro en la política española.