La transformación del sector energético es un desafío que requiere la colaboración entre diferentes actores, tanto del ámbito público como privado. Recientemente, la Fundación Naturgy y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) llevaron a cabo una jornada dedicada a la investigación y la innovación en el sector energético. Este evento, titulado ‘Investigación e innovación en el sector de la energía’, reunió a expertos y líderes del sector para discutir los avances tecnológicos que pueden ayudar a alcanzar los objetivos climáticos establecidos para las próximas décadas.
### La Importancia de la Investigación en la Energía
Durante la jornada, el presidente de la Fundación Naturgy, Rafael Villaseca, enfatizó la necesidad de priorizar la investigación científica y tecnológica en el sector energético. Según Villaseca, «la solución pasa, sin duda, por la investigación y la innovación tecnológica». Este enfoque es crucial para garantizar un futuro energético sostenible y eficiente. La colaboración entre instituciones como el CSIC y empresas como Naturgy es fundamental para desarrollar soluciones innovadoras que respondan a los retos actuales del sector.
La subdirectora general de Prospectiva y Estadísticas Energéticas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Lucía Blanco, también subrayó el papel de la innovación tecnológica como motor de la política energética. Blanco destacó que España cuenta con una base científica sólida y herramientas clave como el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), el Plan Estratégico de Investigación Científica y Técnica (PEICTI) y el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de la Energía Hidrógeno Renovable (PERTE ERHA). Estas iniciativas están diseñadas para impulsar el desarrollo de tecnologías limpias y contribuir a la meta de alcanzar cero emisiones netas para mediados de siglo.
### Desafíos y Oportunidades en la Transición Energética
El director de Innovación de Naturgy, Jesús Chapado, compartió la visión de la compañía sobre el futuro energético. Chapado mencionó que están trabajando en el desarrollo de tecnologías que optimicen la producción de biogás y la gestión de residuos, asegurando así una energía más renovable y segura. Resaltó que es esencial abordar los problemas de sostenibilidad, costes y garantía de suministro, y que la neutralidad tecnológica debe ser un pilar fundamental en este proceso.
La jornada también abordó el contexto actual, marcado por el cambio climático y las tensiones geopolíticas. Sergio Rojas, investigador del CSIC, destacó que «nos encontramos en un momento de transición energética». Según Rojas, los desarrollos tecnológicos suelen surgir en tiempos de crisis, y el cambio climático está teniendo un impacto directo en la vida de las personas. La concienciación social es otro aspecto crucial; aunque los investigadores trabajan arduamente, el compromiso ciudadano es vital para que las soluciones tengan un impacto real. Rojas advirtió que aún hay un porcentaje significativo de la población que no se siente responsable del cambio climático, lo que limita la efectividad de las iniciativas en curso.
El objetivo de alcanzar la neutralidad total de emisiones para 2050 es claro, pero requiere un esfuerzo conjunto. Rojas también hizo hincapié en la necesidad de mejorar las tecnologías de captura de CO₂, utilizando nuevos materiales que permitan eliminar subproductos no reutilizables y abaratar procesos que actualmente son costosos. La colaboración entre el CSIC y las empresas es esencial para validar y crear soluciones innovadoras que respondan a estos desafíos.
La jornada sobre innovación energética no solo fue un espacio para compartir conocimientos y experiencias, sino también un llamado a la acción. La colaboración entre el sector público y privado es más importante que nunca para enfrentar los retos climáticos y energéticos que se avecinan. La investigación y la innovación son herramientas clave que pueden guiar a la sociedad hacia un futuro más sostenible y eficiente, donde la energía limpia y renovable sea la norma y no la excepción. La participación activa de todos los sectores de la sociedad, desde los investigadores hasta los ciudadanos, será crucial para lograr estos objetivos ambiciosos y necesarios para el bienestar del planeta y de las futuras generaciones.