Iberdrola, una de las principales eléctricas de España, ha reafirmado su compromiso con los accionistas mediante una política de dividendos robusta y sostenible. La compañía ha anunciado su intención de distribuir cerca de 20.000 millones de euros en dividendos entre 2025 y 2028, lo que la consolida como un motor del Ibex 35. Este enfoque no solo busca atraer a los inversores, sino también asegurar la confianza en un sector energético que enfrenta desafíos significativos debido a la transición hacia energías más limpias y la digitalización.
### Compromiso con los Accionistas y Dividendos Sostenibles
Iberdrola ha establecido un plan de dividendos que garantiza un pago mínimo de 0,64 euros por acción hasta 2028, con un incremento del 15,6 % en la retribución total correspondiente a 2024, que se sitúa en 0,645 euros brutos por título. Este enfoque en los dividendos no es casualidad; la compañía ha mantenido un pay-out entre el 65 % y el 75 % del beneficio neto, lo que refleja su compromiso con la rentabilidad de los accionistas. Además, Iberdrola ofrece un programa de retribución flexible, permitiendo a los accionistas elegir entre recibir efectivo o nuevas acciones, lo que añade un atractivo adicional a su propuesta.
A lo largo de 2024, Iberdrola ya ha abonado 0,231 euros brutos por acción en enero, seguido de un dividendo complementario de 0,409 euros en julio. También se ha añadido un dividendo de involucración de 0,005 euros por acción, gracias a que el quórum de constitución de la Junta General de Accionistas superó el 70 %. Este tipo de iniciativas busca fortalecer la relación de confianza con los inversores, combinando estabilidad en los pagos con una visión a largo plazo.
El contexto bursátil en España es favorable, con las empresas que cotizan en el mercado español habiendo repartido ya 28.440 millones de euros en dividendos hasta julio de 2024, un 10 % más que el año anterior. La bolsa española se ha convertido en la más rentable de Europa, con una revalorización cercana al 30 % en lo que va de 2024, lo que ha impulsado aún más el interés en las acciones de Iberdrola.
### Innovación y Sostenibilidad en el Futuro Energético
El compromiso de Iberdrola con sus accionistas va más allá de la política de dividendos; también se manifiesta en su capacidad para anticipar y adaptarse a los grandes desafíos del sector energético. La compañía está consciente de que la confianza del inversor está ligada no solo a su fortaleza financiera, sino también a su visión de futuro en un mercado cada vez más influenciado por la digitalización y la transición energética.
Uno de los aspectos más destacados es el auge del almacenamiento de datos y la inteligencia artificial, que están transformando la infraestructura energética. Actualmente, la infraestructura energética europea destina un 2,6 % de su consumo al funcionamiento de centros de procesamiento de información, y se espera que esta cifra supere el 3,2 % en 2030. Este crecimiento subraya la necesidad de contar con un tejido empresarial sólido y diversificado que pueda garantizar un suministro eléctrico sostenible y atraer capital en un entorno de cambios constantes.
En este contexto, las compañías energéticas del Ibex 35 muestran un comportamiento variado, aunque en general positivo en bolsa. Iberdrola, como líder del sector, tiene un precio objetivo que le otorga un potencial del 4,7 % a medio plazo, con recomendaciones de compra y un análisis técnico sólido. Otras empresas como Solaria han destacado por su revalorización acumulada, alcanzando un 34,4 % en lo que va de 2025, lo que la convierte en una de las favoritas entre los analistas.
Por otro lado, Enagás, aunque con un perfil más defensivo, ha avanzado un 11,6 % en el año, mientras que Naturgy ha registrado un incremento del 12,7 % en 2025. Endesa, por su parte, ha visto cómo sus acciones cotizan por encima del precio objetivo establecido, acumulando un 28,3 % en lo que va del año, aunque sin margen adicional de revalorización.
La estrategia de Iberdrola no solo se centra en la rentabilidad a corto plazo, sino que también busca posicionarse como un referente en la transición energética, alineando su crecimiento con las exigencias de sostenibilidad y digitalización del sector. A medida que el mercado energético evoluciona, la capacidad de Iberdrola para adaptarse y liderar en este nuevo entorno será crucial para mantener su posición como uno de los actores más importantes del Ibex 35.