El próximo 5 de diciembre, el mundo del fútbol se detendrá para presenciar un evento que promete ser tan polémico como intrigante: el sorteo del Mundial 2026 en Washington. Sin embargo, este año, la atención no solo estará centrada en los equipos que competirán por la gloria en el campo, sino también en la entrega del primer «Premio FIFA de la Paz». Este galardón, que busca reconocer a aquellos que han trabajado por la paz a través del fútbol, tiene como favorito al ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La elección de Trump como candidato ha generado un torrente de críticas y cuestionamientos sobre la verdadera intención detrás de este premio.
La FIFA ha declarado que el premio se otorgará a individuos o entidades que hayan realizado un trabajo excepcional por la paz, un concepto que, en teoría, debería estar alejado de la política y la controversia. Sin embargo, la figura de Trump, conocido por sus posturas divisivas y su retórica incendiaria, plantea serias dudas sobre la legitimidad de este reconocimiento. ¿Es realmente Trump un símbolo de paz, o su candidatura es un reflejo de la falta de criterio de la FIFA?
### La Labor de los Verdaderos Héroes del Fútbol
En medio de la controversia, es importante recordar que existen innumerables personas y organizaciones que han utilizado el fútbol como una herramienta para promover la paz y la justicia social. Un ejemplo destacado es Juan Mata, el futbolista español que, tras su carrera profesional, ha dedicado su tiempo a la ONG «Common Goal». Esta organización busca que los futbolistas contribuyan con el uno por ciento de sus salarios a proyectos benéficos que utilizan el fútbol como medio para mejorar la vida de niños y jóvenes en situaciones vulnerables.
«Common Goal» colabora con más de cien organizaciones en 80 países, trabajando para erradicar la pobreza y fomentar la inclusión social a través del deporte. Una de estas organizaciones es «Tiempo de Juego», fundada por Andrés Wiesner en Colombia. Esta iniciativa ofrece un refugio seguro para miles de niños y jóvenes que viven en barrios marcados por la violencia y la criminalidad, utilizando el fútbol como una herramienta para su desarrollo personal y educativo.
La labor de Mata y Wiesner es un testimonio del poder transformador del fútbol. En lugar de ser un mero entretenimiento, el deporte puede ser un vehículo para la esperanza y la unidad. Sin embargo, la elección de Trump como candidato al premio plantea la pregunta de por qué la FIFA opta por ignorar a estos verdaderos héroes en favor de una figura tan controvertida.
### La Relación entre Infantino y Trump
La relación entre Gianni Infantino, presidente de la FIFA, y Donald Trump ha sido objeto de escrutinio desde hace tiempo. Infantino ha expresado en múltiples ocasiones su admiración por Trump, incluso llegando a calificarlo como un «íntimo amigo». Esta cercanía ha suscitado críticas sobre la imparcialidad de la FIFA y su capacidad para actuar como un organismo neutral en el ámbito del deporte.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿por qué Infantino siente la necesidad de alinearse con una figura tan polarizadora? Algunos analistas sugieren que podría haber intereses económicos en juego, dado que la FIFA ha estado bajo presión para aumentar sus ingresos y expandir su influencia a nivel global. Sin embargo, otros argumentan que esta relación es simplemente un reflejo de la inseguridad de Infantino, quien parece buscar validación a través de su asociación con líderes mundiales, independientemente de su reputación.
La controversia en torno al Premio FIFA de la Paz no solo se limita a la figura de Trump, sino que también plantea cuestiones más amplias sobre el papel de la FIFA en el mundo del deporte. La organización ha sido criticada en el pasado por su falta de transparencia y por sus decisiones que a menudo parecen estar más alineadas con intereses comerciales que con principios éticos.
### La Necesidad de un Cambio en la FIFA
La FIFA tiene la oportunidad de utilizar el Premio de la Paz para destacar el trabajo de aquellos que realmente están haciendo una diferencia en el mundo. En lugar de premiar a figuras controvertidas, la organización debería enfocarse en reconocer a aquellos que han dedicado sus vidas a promover la paz y la justicia a través del fútbol. La elección de un galardonado como Trump podría enviar un mensaje peligroso, sugiriendo que la FIFA valora las conexiones políticas y económicas por encima de los verdaderos esfuerzos humanitarios.
El fútbol tiene el potencial de ser una fuerza unificadora en un mundo dividido. Desde su capacidad para reunir a personas de diferentes orígenes hasta su poder para inspirar cambios sociales, el deporte puede ser un catalizador para la paz. Sin embargo, para que esto suceda, las organizaciones que lo rigen deben actuar con integridad y responsabilidad.
La FIFA tiene la responsabilidad de ser un líder en la promoción de la paz y la justicia social. Al otorgar el Premio FIFA de la Paz, la organización debería considerar cuidadosamente a quién elige como galardonado. En lugar de optar por figuras controvertidas, debería destacar a aquellos que han demostrado un compromiso genuino con la causa de la paz. Solo así podrá la FIFA cumplir con su misión de utilizar el fútbol como un medio para unir a las personas y promover un mundo mejor.
