La figura del doctor Ramon Cugat se ha convertido en un referente no solo en el ámbito médico, sino también en el mundo del deporte, especialmente en el fútbol. Su trayectoria profesional, marcada por la dedicación y el compromiso con sus pacientes, ha dejado una huella imborrable en la vida de muchos deportistas, quienes han confiado en su experticia para recuperarse de lesiones que podrían haber puesto fin a sus carreras. En un reciente evento literario, el periodista Jordi Basté presentó su libro «El noi amb una maleta i un somni», que narra la vida y obra de Cugat, un médico que ha operado a figuras destacadas del deporte y que ha sabido combinar su pasión por la medicina con su amor por el fútbol.
La presentación del libro tuvo lugar en la librería Ona de Barcelona, un espacio que se llenó de personalidades del deporte y la comunicación. Entre los asistentes se encontraba Pep Guardiola, un amigo cercano de Cugat y uno de los entrenadores más exitosos del fútbol mundial. La conexión entre ambos es evidente, no solo por su relación profesional, sino también por la admiración mutua que se profesan. Durante el evento, Basté y Cugat mantuvieron un diálogo ameno y profundo, donde se abordaron temas que van más allá de la medicina y el deporte, tocando aspectos de la vida personal y profesional del doctor.
### La Medicina como Vocación
Ramon Cugat, a sus 75 años, ha dedicado más de cinco décadas a la medicina, especializándose en la cirugía ortopédica y traumatología. Su pasión por ayudar a los demás se refleja en cada una de sus intervenciones quirúrgicas, donde ha tratado a miles de deportistas, desde futbolistas amateurs hasta estrellas internacionales. En el evento, Cugat compartió anécdotas sobre su carrera, revelando que su interés por la medicina nació de su infancia en un pequeño pueblo, donde aprendió sobre la vida y la biología a través de la agricultura.
«La medicina es como la biología», afirmó Cugat, recordando sus días de sembrar campos de arroz. Esta conexión con la naturaleza y la vida ha sido fundamental en su enfoque médico, donde cada paciente es tratado como un individuo único. Cugat ha operado a figuras emblemáticas del fútbol, y su nombre está asociado a la recuperación de lesiones complejas, como las de ligamentos, meniscos y tendones. Su enfoque innovador y su uso de técnicas avanzadas, como la artroscopia, han revolucionado la forma en que se tratan las lesiones deportivas.
Durante la charla, Cugat también abordó la importancia de la prevención en el deporte. Con más de 245,000 licencias de fútbol en Catalunya y un alarmante número de lesiones anuales, el doctor enfatizó la necesidad de educar a los deportistas sobre cómo cuidar su cuerpo y evitar lesiones. «El fútbol es una cantera para los médicos», comentó, subrayando la cantidad de lesiones que se producen en el deporte y la responsabilidad que tienen los profesionales de la salud para ayudar a los atletas a mantenerse en forma y saludables.
### Un Vínculo Especial con el Fútbol
La relación de Cugat con el fútbol va más allá de su trabajo como médico. Su amor por el deporte se refleja en su compromiso con los clubes y los jugadores que ha tratado a lo largo de los años. La charla con Basté se tornó más personal cuando comenzaron a hablar sobre su vida familiar y sus experiencias en el campo. Cugat reveló que su esposa, Montse Garcia Balletbó, ha sido un pilar fundamental en su vida, apoyándolo en su carrera y compartiendo momentos significativos juntos.
El doctor también recordó su propia experiencia como futbolista amateur, lo que le permitió entender mejor las necesidades y preocupaciones de sus pacientes. Esta empatía es lo que lo distingue como médico, ya que no solo se preocupa por la recuperación física de sus pacientes, sino también por su bienestar emocional. Cugat es conocido por su capacidad para escuchar y ofrecer apoyo, creando un ambiente de confianza que es crucial para la recuperación de los deportistas.
La conversación entre Basté y Cugat también tocó el tema de la longevidad en la profesión médica. Cugat, con su característico humor, afirmó que no tiene planes de jubilarse. «Nunca. A los cuatro años de jubilarse, la mayoría de profesionales ya están muertos», dijo, enfatizando su deseo de seguir contribuyendo al mundo del deporte y la medicina. Esta pasión por su trabajo es contagiosa y se refleja en la admiración que muchos sienten por él.
El evento culminó con una reflexión sobre el impacto que Cugat ha tenido en la vida de los deportistas que ha tratado. Muchos de ellos han logrado regresar al campo tras lesiones que podrían haber sido devastadoras, gracias a su intervención. La historia de Cugat es un testimonio de cómo la medicina y el deporte pueden entrelazarse para crear un impacto positivo en la vida de las personas.
La presentación del libro de Jordi Basté no solo celebró la vida del doctor Ramon Cugat, sino que también destacó la importancia de la medicina en el deporte y el papel fundamental que juegan los profesionales de la salud en la vida de los atletas. La conexión entre Cugat y Guardiola, así como la presencia de otros destacados personajes del deporte, subraya la relevancia de su trabajo y el respeto que ha ganado a lo largo de su carrera. En un mundo donde las lesiones son comunes y pueden amenazar la carrera de un deportista, la figura de Cugat se erige como un faro de esperanza y recuperación, recordándonos que la medicina es, en última instancia, un acto de amor y dedicación hacia los demás.
