La noticia del fallecimiento de Miguel Ángel Russo, un destacado entrenador argentino, ha conmovido al mundo del fútbol. A los 69 años, Russo dejó un legado imborrable en el deporte, tanto como jugador como entrenador. Su carrera abarcó más de tres décadas, durante las cuales se destacó en varios clubes de Argentina y en el extranjero. Su vida estuvo marcada por la pasión por el fútbol y una lucha valiente contra el cáncer, que finalmente le costó la vida.
### Trayectoria como jugador y entrenador
Miguel Ángel Russo nació en La Plata, Argentina, y desde joven mostró un gran interés por el fútbol. Como mediocampista defensivo, su única experiencia como jugador fue en Estudiantes de La Plata, donde se convirtió en un referente del club. Durante su carrera, disputó 435 partidos y anotó 11 goles, además de representar a la selección argentina en 17 ocasiones. Su dedicación y compromiso en el campo de juego le valieron el respeto y la admiración de sus compañeros y aficionados.
Tras colgar las botas, Russo se adentró en el mundo de la dirección técnica, donde rápidamente se hizo un nombre. Su primer gran éxito llegó en 2007, cuando llevó a Estudiantes a conquistar la Copa Libertadores, un logro que consolidó su reputación como uno de los entrenadores más prometedores del país. A partir de ahí, su carrera despegó, y tuvo la oportunidad de dirigir a varios clubes importantes, incluyendo Boca Juniors, donde tuvo tres etapas diferentes.
En su primera etapa con Boca Juniors, Russo logró la Copa Libertadores 2007, un hito que lo catapultó a la fama. Sin embargo, su carrera no estuvo exenta de desafíos. En 2020, regresó al club en un momento complicado y, a pesar de las adversidades, logró llevar al equipo a ganar la Superliga y la Copa de la Liga Profesional. Su capacidad para motivar a los jugadores y su conocimiento táctico lo convirtieron en un líder respetado en el vestuario.
### La lucha contra el cáncer
La vida de Miguel Ángel Russo estuvo marcada por una dura batalla contra el cáncer. En 2017, fue diagnosticado con cáncer de próstata, una noticia que impactó a su familia, amigos y seguidores. A pesar de su diagnóstico, Russo continuó dirigiendo, mostrando una resiliencia admirable. Su determinación de seguir en el banquillo, incluso en medio de su tratamiento, es un testimonio de su amor por el fútbol y su compromiso con el equipo.
A lo largo de los años, su salud se deterioró, y en 2021 se le diagnosticó cáncer de vejiga, lo que complicó aún más su situación. A pesar de las dificultades, nunca perdió la esperanza y continuó trabajando en su pasión. En septiembre de 2025, se tomó una licencia médica para recibir cuidados especiales en su hogar, donde finalmente falleció.
La noticia de su muerte fue recibida con tristeza en el mundo del fútbol. Jugadores, entrenadores y aficionados expresaron su dolor y recordaron su legado. Su ayudante de campo, Claudio Úbeda, asumió el mando del equipo en sus últimos partidos y dedicó los triunfos a su memoria, destacando la influencia que Russo tuvo en su carrera y en la de muchos otros.
Miguel Ángel Russo no solo será recordado por sus logros en el campo, sino también por su carácter y su capacidad para inspirar a quienes lo rodeaban. Su historia es un recordatorio de la importancia de la perseverancia y la pasión en la vida, incluso frente a las adversidades más difíciles. Su legado perdurará en la memoria de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar a su lado.