La reciente iniciativa del Gobierno español, encabezada por el presidente Pedro Sánchez, ha marcado un hito en la atención a la salud visual de los menores en el país. En un anuncio realizado durante una rueda de prensa, Sánchez reveló la aprobación de un Real Decreto que permitirá a los niños menores de 16 años acceder a una ayuda de 100 euros para la compra de lentillas y gafas. Esta medida, que se implementará a partir del próximo curso escolar, busca garantizar que todos los niños con problemas de visión puedan obtener los productos ópticos necesarios sin que el costo sea un obstáculo.
### Un Programa de Ayudas Directas
El Gobierno destinará 48 millones de euros al Consejo General de Colegios de Ópticos y Optometristas, lo que permitirá cubrir parte de los gastos de los centros ópticos. Este programa está diseñado para beneficiar a aproximadamente 721,000 niños en España que necesitan gafas o lentillas, pero que no pueden permitírselas. Según datos del Consejo, un 30% de los casos de abandono escolar están relacionados con problemas de visión, lo que subraya la importancia de esta medida.
Durante su intervención, Sánchez enfatizó que el acceso a la salud visual no debería depender de factores como el código postal, la residencia o los ingresos familiares. La ministra de Sanidad, Mónica García, también participó en la rueda de prensa, destacando que el derecho a ver bien no entiende de rentas y que esta iniciativa busca eliminar trámites innecesarios que podrían dificultar el acceso a estos productos.
García expresó su deseo de que, gracias a estas ayudas, ningún niño tenga que cerrar los ojos para ver la pizarra en clase, ni ninguna familia deba enfrentarse a la difícil decisión de priorizar otros gastos sobre la salud visual de sus hijos. Este enfoque integral no solo busca mejorar la calidad de vida de los menores, sino también fomentar su rendimiento académico y bienestar general.
### La Visión en la Atención Primaria
Uno de los aspectos más preocupantes que se ha destacado en el marco de esta iniciativa es la falta de atención a la salud visual en la Atención Primaria. Juan Carlos Martínez Moral, presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, ha señalado que la visión prácticamente no está presente en este nivel de atención, lo que provoca un aumento en el tiempo de resolución de problemas visuales. Muchos de estos problemas requieren derivaciones a hospitales, lo que sobrecarga los servicios de Oftalmología.
Martínez Moral ha subrayado que el 75% de las derivaciones de menores de 16 años a atención hospitalaria son por problemas refractivos que podrían ser corregidos en Atención Primaria por ópticos optometristas, en colaboración con médicos de familia y pediatras. Esta situación no solo afecta la salud visual de los menores, sino que también genera una presión innecesaria sobre el sistema de salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que para el año 2050, la mitad de la población mundial podría ser miope. Esto resalta la urgencia de implementar políticas de salud que aborden la prevención y tratamiento de problemas visuales en la infancia. La propuesta del Gobierno español es un paso significativo hacia la atención integral de la salud visual de los menores, pero también plantea la necesidad de una mayor inversión en recursos y formación para los profesionales de la salud.
La reciente aprobación de estas ayudas se produce en un contexto en el que el Congreso de los Diputados ha dado luz verde a una propuesta del Parlamento de Andalucía para reformar la Ley 16/2003 de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud. Esta reforma busca incluir las gafas y lentillas en la cartera común de servicios, lo que podría ampliar aún más el acceso a estos productos esenciales para la salud visual de los menores.
La implementación de este programa de ayudas directas representa un avance importante en la política de salud pública en España, enfocándose en la equidad y el acceso universal a servicios de salud. A medida que se avanza en la ejecución de estas medidas, será fundamental evaluar su impacto en la salud visual de los menores y en su rendimiento académico, así como en la reducción del abandono escolar relacionado con problemas de visión. La salud visual es un componente esencial del bienestar infantil y, con estas iniciativas, el Gobierno busca asegurar que todos los niños tengan la oportunidad de ver y aprender sin limitaciones.