El activismo accionarial ha cobrado un nuevo impulso en 2025, según un informe de Lazard que analiza la actividad de fondos activistas en el primer semestre del año. Este fenómeno, que ha sido una constante en el ámbito financiero, muestra una diversificación creciente en Europa, destacando un cambio en la dinámica de los mercados y la participación de nuevos actores. En este contexto, es fundamental entender las tendencias actuales y cómo estas pueden influir en el futuro del activismo accionarial.
**Crecimiento y Diversificación del Activismo Accionarial**
Durante el primer semestre de 2025, se registraron 150 nuevas campañas de activismo a nivel global, manteniendo la tendencia observada en el primer semestre de 2024, que alcanzó un récord de 153 campañas. Este crecimiento representa un aumento del 23% en comparación con la media histórica de los últimos cinco años. En Europa, aunque se registraron 30 nuevas campañas, lo que refleja una estabilidad en comparación con la media histórica, se observó una caída del 23% respecto al primer semestre de 2024, que fue especialmente activo.
El Reino Unido se mantiene como la jurisdicción más activa, concentrando el 33% de las nuevas campañas. Sin embargo, la diversificación se hace evidente, ya que países como Alemania y Francia han mantenido una cuota de campañas del 3% cada uno, mientras que Italia ha visto un aumento significativo, representando el 10% de las campañas europeas. Este cambio sugiere que el activismo accionarial está comenzando a equilibrarse entre diferentes mercados, en lugar de estar concentrado en los tradicionales como el británico.
Christopher Couvelier, Managing Director y director del Shareholder Advisory Practice de Lazard en Europa, señala que el activismo en 2025 se desarrolla en un entorno cada vez más exigente. Factores como posibles cambios regulatorios, la participación de actores no convencionales como el capital privado y la incertidumbre geopolítica están condicionando las estrategias corporativas. Además, los activistas están adoptando un enfoque más cauteloso ante iniciativas legislativas que podrían afectar su operativa, como la “Gran y Hermosa Ley” de Trump.
**Sectores Impactados y Estrategias de Activismo**
El informe de Lazard también destaca cambios significativos en los sectores más impactados por el activismo accionarial. Por primera vez en varios años, el sector sanitario ha emergido como el más afectado, representando el 20% de las campañas. Este cambio es notable, ya que anteriormente los sectores industriales y financieros dominaban el panorama del activismo. En contraste, estos sectores han visto caídas significativas en su participación, con el sector industrial representando solo el 10% y el sector financiero un 3%, muy por debajo de sus medias históricas.
Una de las razones detrás de esta caída en los sectores tradicionales es el descenso en las campañas relacionadas con transacciones. Las campañas orientadas a fomentar operaciones de fusiones y adquisiciones (M&A) han representado el 30% de la actividad, aunque este porcentaje es inferior al 39% registrado en 2024. Este enfoque se ha centrado más en la venta de compañías que en escisiones o desinversiones, lo que indica un cambio en las prioridades de los activistas.
Por otro lado, las campañas en contra de transacciones han disminuido al 10%, muy por debajo del promedio histórico del 19%. Este cambio en la estrategia puede reflejar una adaptación a un entorno más complejo y regulado, donde los activistas buscan maximizar su impacto a través de enfoques más colaborativos y menos confrontativos.
El activismo accionarial en 2025 no solo se enfrenta a desafíos internos, sino que también debe navegar por un panorama global incierto. La combinación de factores económicos, políticos y sociales está moldeando la forma en que los accionistas activistas abordan sus campañas. La creciente participación de actores no convencionales y la necesidad de adaptarse a un entorno regulatorio cambiante son aspectos que los activistas deben considerar en sus estrategias futuras.
En resumen, el activismo accionarial en Europa está en un punto de inflexión, con una diversificación creciente y un cambio en los sectores más afectados. A medida que el entorno se vuelve más complejo, los activistas deberán ajustar sus tácticas para seguir siendo relevantes y efectivos en sus objetivos. La evolución de este fenómeno será crucial para entender cómo las empresas y los accionistas interactúan en un mundo cada vez más interconectado y regulado.