El aceite de oliva, un pilar fundamental de la dieta mediterránea, ha experimentado un notable cambio en su dinámica de mercado en los últimos meses. Tras un periodo de precios elevados que alejaron a muchos consumidores de este producto esencial, las cifras recientes indican una recuperación significativa en las ventas y una estabilización de precios. Este fenómeno no solo refleja un cambio en las preferencias de los consumidores, sino también una respuesta a las condiciones del mercado y la producción agrícola.
**Recuperación de Ventas en el Mercado del Aceite de Oliva**
La Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (ANIERAC) ha reportado que durante el primer trimestre de este año, las ventas de aceite de oliva alcanzaron los 183,72 millones de litros. Este aumento del 13% en comparación con el mismo periodo del año anterior es un indicativo claro de que los consumidores están volviendo a optar por el aceite de oliva, especialmente después de un periodo de precios prohibitivos.
Entre las diferentes variedades de aceite de oliva, la categoría virgen extra ha sido la más favorecida, con un impresionante incremento del 64% en sus ventas, alcanzando los 39,16 millones de litros. Este crecimiento se debe en parte a la percepción de calidad superior que tiene esta variedad entre los consumidores, quienes están dispuestos a pagar un poco más por un producto que consideran esencial para su cocina.
Por otro lado, el aceite virgen ha visto un aumento del 29,26%, mientras que el aceite intenso ha crecido un 37,69%. En contraste, el aceite de orujo ha sufrido una caída significativa en sus ventas, disminuyendo un 36,78%. Este cambio en las preferencias de los consumidores sugiere que la calidad y el sabor están tomando precedencia sobre el precio en el mercado del aceite de oliva.
**Impacto de la Inflación y la Producción Agrícola**
La escalada de precios del aceite de oliva en años anteriores se debió a varios factores, incluyendo la inflación y las malas cosechas. Sin embargo, con la reciente estabilización de los precios, los consumidores han comenzado a reabastecer sus despensas con aceite de oliva, lo que ha llevado a un aumento en las ventas. La tendencia a la baja en los precios ha permitido que más personas accedan a este producto, que es considerado un básico en la cocina mediterránea.
Durante la campaña oleícola 2024/2025, las empresas agrupadas en ANIERAC han comercializado 150,37 millones de litros de aceite de oliva, lo que representa un incremento del 36% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento es un signo positivo para la industria, que ha estado lidiando con los efectos de la inflación y la competencia de otros aceites vegetales.
El aceite de oliva virgen extra continúa liderando las ventas acumuladas, con 70,78 millones de litros, lo que representa un crecimiento del 55,23%. Las variedades suave e intenso también han mostrado un crecimiento positivo, con aumentos del 21,22% y 21,02%, respectivamente. Esto indica que los consumidores están cada vez más interesados en explorar diferentes tipos de aceite de oliva, lo que podría abrir nuevas oportunidades para los productores y distribuidores.
En contraste, otros aceites vegetales, como el de girasol y el de semillas, han visto un ligero descenso en sus ventas. A pesar de que el aceite de girasol ha alcanzado los 178,34 millones de litros, lo que representa un aumento del 12,31% en comparación con la campaña anterior, otros aceites como el de soja y el de colza han tenido un rendimiento inferior. Esto sugiere que el aceite de oliva está recuperando terreno en el mercado, a medida que los consumidores buscan opciones más saludables y de mayor calidad.
La tendencia hacia el aceite de oliva también puede estar influenciada por un creciente interés en la salud y el bienestar. Los beneficios para la salud del aceite de oliva, que incluye propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, están siendo cada vez más reconocidos por los consumidores. Esto ha llevado a un aumento en la demanda de productos de alta calidad, como el aceite de oliva virgen extra, que se considera una opción más saludable en comparación con otros aceites vegetales.
En resumen, el aceite de oliva está experimentando un resurgimiento en el mercado, impulsado por una combinación de factores que incluyen la estabilización de precios, el aumento de la calidad y la creciente conciencia sobre los beneficios para la salud. A medida que los consumidores continúan volviendo a este producto esencial, es probable que la industria del aceite de oliva siga evolucionando para satisfacer las demandas cambiantes del mercado.