En un impactante suceso ocurrido en el centro de Granada, la Policía Nacional ha detenido a un hombre de 50 años, con un extenso historial delictivo, por su presunta implicación en un robo violento. Este individuo, que se hizo pasar por repartidor, agredió a una mujer y a un anciano dependiente utilizando un arma táser, lo que ha generado gran preocupación en la comunidad local. Los hechos se desarrollaron a media mañana, cuando la cuidadora de un hombre de 68 años, quien requiere asistencia, abrió la puerta al supuesto repartidor que le ofrecía un paquete. La mujer, confiando en la situación, no sospechó nada y fue víctima de un ataque sorpresivo.
### La Agresión y el Robo
El agresor, tras lograr que la mujer abriera la puerta, se abalanzó sobre ella y le propinó varias descargas eléctricas con el arma táser. Este ataque la dejó incapacitada para resistir, permitiendo que el delincuente la amordazara e inmovilizara con bridas. En ese momento, el anciano se encontraba en la cocina, ajeno a lo que estaba sucediendo. El agresor, acompañado por un cómplice, también atacó al anciano, golpeándolo en la cabeza antes de inmovilizarlo. Una vez que ambas víctimas estaban bajo control, los delincuentes comenzaron a registrar la vivienda, abriendo cajones y accediendo incluso a una caja fuerte.
La situación se tornó crítica, pero tras unos minutos, la cuidadora logró recuperar la conciencia y deshacerse de las bridas, lo que le permitió ayudar al anciano. Al darse cuenta de la gravedad de la situación, ambos se comunicaron con las autoridades, lo que llevó a la intervención de la Policía Nacional. El Grupo IV de Atracos de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Granada inició una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar el modus operandi de los delincuentes.
### Investigación y Detención
La rápida actuación de la Policía fue clave para resolver el caso. Gracias a las pesquisas realizadas, se logró identificar y detener al principal sospechoso, quien ya había ingresado en prisión. Este individuo no solo fue responsable de las descargas eléctricas contra la cuidadora, sino que también lideró el asalto. Su cómplice, que había colaborado en la agresión, fue localizado y arrestado dos semanas después, siendo también puesto a disposición judicial.
Este tipo de delitos, que combinan la violencia con el engaño, son cada vez más comunes en las áreas urbanas. La estrategia del agresor de hacerse pasar por un repartidor es un claro ejemplo de cómo los delincuentes utilizan tácticas de engaño para acceder a las viviendas de sus víctimas. La Policía Nacional ha instado a la ciudadanía a estar alerta y a no abrir la puerta a desconocidos, incluso si aparentan ser trabajadores de servicios de entrega.
La comunidad de Granada se encuentra en estado de alerta tras este incidente, y las autoridades han intensificado la vigilancia en la zona para prevenir futuros delitos similares. La colaboración ciudadana es fundamental en la lucha contra la delincuencia, y se anima a los vecinos a reportar cualquier actividad sospechosa a las autoridades.
Este caso no solo resalta la importancia de la seguridad en el hogar, sino también la necesidad de una respuesta rápida y efectiva por parte de las fuerzas del orden. La detención de estos delincuentes es un paso positivo hacia la recuperación de la tranquilidad en la comunidad, pero también sirve como un recordatorio de que la precaución y la vigilancia son esenciales para mantener la seguridad personal y familiar.