La región mediterránea se enfrenta a un desafío energético y climático sin precedentes, según el informe ‘Mediterranean Energy Perspectives 2025’ elaborado por la Organisation Méditerranéenne de l’Energie et du Climat (OMEC). Este estudio destaca la necesidad urgente de transformar el sistema energético de la región para alcanzar la neutralidad climática para el año 2050. Con una inversión estimada de 6,8 billones de euros, el informe plantea dos escenarios: uno que mantiene las tendencias actuales y otro que impulsa la eficiencia energética y el uso de energías renovables.
### La Urgencia de la Inversión Energética
El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, enfatizó la importancia de la inversión en el sector energético durante la presentación del informe. La transición hacia un sistema energético neutro en carbono no solo es necesaria, sino que también requiere un compromiso financiero significativo. La cifra de 6,8 billones de euros para el Escenario ProMED es casi el doble de los 3,7 billones necesarios en el Escenario de Referencia. Sin embargo, esta inversión representa solo el 1,1 % del PIB regional anual, lo que se considera alcanzable en comparación con los riesgos climáticos y de seguridad energética que enfrenta la región.
El informe también sugiere que, en el Escenario ProMED, la electricidad podría cubrir el 59 % del consumo final de energía, un aumento significativo respecto al 22 % actual. Además, se prevé que las energías renovables representen el 79 % de la generación eléctrica, lo que implicaría una reducción de las emisiones en un 90 % en comparación con los niveles de 1990. Este cambio radical no solo es necesario para cumplir con los objetivos climáticos, sino que también podría ofrecer beneficios económicos y sociales tangibles a la población.
### La Cooperación como Clave para el Futuro Energético
La cooperación entre los países mediterráneos es fundamental para alcanzar los objetivos establecidos en el informe. Durante una mesa redonda posterior a la presentación, varios expertos discutieron la importancia de la colaboración en el ámbito energético. Stefano Sannino, director general en funciones para Oriente Próximo, el Norte de África y el Golfo de la Comisión Europea, subrayó que el potencial renovable del Mediterráneo puede ser un pilar crucial para la transición verde. La iniciativa Trans-Mediterranean Energy and Clean Tech Cooperation (T-MED) busca vincular inversión, reformas y cooperación industrial para construir un espacio energético resiliente y justo en la región.
Paula Ceballos Coloma, representante de la Comisión Europea en España, destacó un aspecto crítico que a menudo se pasa por alto: la necesidad de materias primas para la energía limpia. La dependencia de materiales como litio, cobalto y cobre, que son esenciales para la transición energética, plantea un desafío significativo. La escasez de estos recursos podría convertirse en un problema debido a la alta demanda prevista. Por ello, la Unión Europea ha comenzado a implementar legislación para procesar estos materiales en Europa, lo que requiere una colaboración internacional para diversificar la cadena de suministro.
Marco Piredda, vicepresidente del Comité de Estrategia, Gobernanza y Cooperación de la OMEC, enfatizó que la situación actual exige una acción inmediata. La transición energética no solo debe centrarse en la seguridad energética, sino también en construir bases sociales y económicas sólidas. Esto es esencial para garantizar que la transformación sea equitativa y sostenible.
La directora general de OMEC, Houda Ben Jannet, ofreció una visión integral del panorama energético en la región. Afirmó que el informe no solo proporciona una perspectiva, sino que actúa como una brújula estratégica para ayudar a la región a realinear sus prioridades. La transición será compleja, pero los beneficios de acercarse al Escenario ProMED son claros: mayor seguridad energética, oportunidades económicas y mejoras en la calidad de vida de las personas.
La presentación del informe y el posterior debate resaltan la necesidad de un enfoque colaborativo y ambicioso para abordar los desafíos energéticos y climáticos del Mediterráneo. La inversión en infraestructura energética, la cooperación internacional y la innovación son elementos clave para lograr una transición exitosa hacia un futuro más sostenible y resiliente. La región tiene los recursos y la experiencia necesarios para construir un sistema energético más seguro y competitivo, pero es fundamental actuar con determinación y urgencia para aprovechar estas oportunidades.