Beth Rodergas, nacida en 1981 en Súria, Barcelona, es una artista que ha sabido reinventarse a lo largo de los años, combinando su carrera musical con proyectos personales que reflejan su compromiso con la sostenibilidad y la familia. Su trayectoria comenzó a brillar en 2003 cuando fue seleccionada para representar a España en Eurovisión con la canción «Dime». Aunque no era su estilo preferido, su actuación fue memorable y la llevó a obtener el octavo lugar, un logro significativo para la música española en ese momento. Desde entonces, Beth ha recorrido un camino lleno de éxitos y aprendizajes, convirtiéndose en una figura multifacética en el mundo del entretenimiento.
### La Evolución de una Artista Comprometida
A lo largo de su carrera, Beth ha lanzado siete discos, explorando diferentes géneros y estilos musicales. Su primer álbum, «Otra realidad», fue un gran éxito, vendiendo 200,000 copias y alcanzando el estatus de Platino. Sin embargo, a pesar de este éxito comercial, Beth siempre ha buscado un camino más auténtico y personal. Su deseo de alejarse de la música comercial la llevó a explorar otros proyectos, como su firma de ropa sostenible, Littlelia, que cofundó con su madre. Esta iniciativa refleja su compromiso con el medio ambiente y su deseo de promover un estilo de vida más consciente.
Además de su carrera musical, Beth ha incursionado en el teatro, donde ha demostrado su versatilidad como actriz. Su obra «El fil invisible» ha sido un gran éxito, agotando entradas en sus presentaciones. Este año, la artista regresa al escenario con una nueva temporada de la obra, que se presentará en Madrid y Barcelona. La conexión que Beth siente con el teatro es profunda, ya que le permite explorar diferentes facetas de su creatividad y conectar con el público de una manera única.
El próximo 23 de octubre, Beth ofrecerá un concierto en la Antigua Fábrica Damm, en colaboración con Hard Rock Cafe Barcelona, como parte de la campaña Pinktober, que busca concienciar sobre el cáncer de mama. La recaudación de este evento será destinada a la Fundación Kálida, que brinda apoyo integral a personas con cáncer y sus familias. Este compromiso social es una parte fundamental de la vida de Beth, quien considera que su carrera debe tener un impacto positivo en la sociedad.
### La Influencia de la Maternidad en su Vida y Carrera
La maternidad ha sido un factor transformador en la vida de Beth. Con tres hijos, Lia, Kai y Uma, la artista ha encontrado un nuevo propósito y significado en su vida. En una reciente entrevista, Beth compartió cómo ser madre la ha hecho más empática y sensible, permitiéndole revisar su propia infancia y su relación con sus padres. Esta experiencia ha influido en su música y en su enfoque hacia la vida, llevándola a valorar la naturalidad y la conexión con la naturaleza.
«Siempre he estado muy unida a la naturaleza. Soy de pueblo y me encanta vivir en entornos de vegetación o al aire libre, sea bosque o playa. La naturalidad es algo que cada vez cuesta más de encontrar», expresó Beth. Esta conexión con la naturaleza no solo se refleja en su vida personal, sino también en su música, donde busca transmitir un mensaje de autenticidad y respeto por el medio ambiente.
Beth también ha hablado sobre su reconciliación con «Dime», la canción que la catapultó a la fama. A lo largo de los años, ha aprendido a apreciar el tema y ha vuelto a interpretarlo en varios festivales, disfrutando de la experiencia de cantar una canción que, aunque en su momento no resonaba con su esencia, ha formado parte de su historia. «¡Quién me iba a decir que 20 años más tarde la cantaría pasándomelo como me lo paso!», comentó con una sonrisa.
Mirando hacia el futuro, Beth tiene grandes sueños. Aspira a seguir creando música y a dejar un legado significativo para sus hijos. «Dentro de 20 o 30 años quisiera que tuvieran la sensación de haber sido muy queridos en una familia donde había amor y respeto. A nivel profesional, espero haber sacado unos cuantos discos más y seguir dando conciertos si el cuerpo y la voz acompañan», reflexionó. Su deseo de vivir en tranquilidad en una casita en L’Empordà, rodeada de naturaleza y disfrutando de la compañía de sus nietos, es un testimonio de su búsqueda de equilibrio entre su vida personal y profesional.
Beth Rodergas es un ejemplo de cómo la autenticidad y el compromiso social pueden coexistir en la vida de un artista. Su trayectoria es una inspiración para muchos, mostrando que es posible seguir los propios sueños mientras se contribuye al bienestar de la comunidad y se cultiva una vida familiar rica en amor y respeto. Con su música, su teatro y sus proyectos personales, Beth continúa dejando una huella imborrable en el panorama cultural español, demostrando que la verdadera esencia de un artista radica en su capacidad de conectar con los demás y de ser fiel a sí mismo.