En el segundo trimestre de 2025, España ha experimentado un notable aumento en el número de ejecuciones hipotecarias, alcanzando un incremento del 19,6% en comparación con el primer trimestre del mismo año. Esta tendencia se agrava aún más al comparar los datos con el mismo período del año anterior, donde se observa un aumento del 28,1%. Estas cifras, proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), reflejan una situación preocupante en el mercado inmobiliario español, que está afectando a miles de familias y generando un clima de incertidumbre económica.
El total de ejecuciones hipotecarias iniciadas durante este trimestre asciende a 6.407, lo que representa un aumento del 15,8% en comparación con el trimestre anterior y un 14,9% en comparación con el segundo trimestre de 2024. De estas, 6.058 ejecuciones corresponden a fincas urbanas, que incluyen viviendas, mientras que 349 afectan a fincas rústicas. En el caso de las fincas urbanas, se ha registrado un aumento del 16,5% en el trimestre y del 16,1% en comparación con el año anterior.
Dentro de las fincas urbanas, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas han sido especialmente alarmantes. Se han contabilizado 4.133 ejecuciones sobre viviendas, lo que representa un aumento del 20,5% en comparación con el trimestre anterior y un 27,8% en comparación con el segundo trimestre de 2024. De estas ejecuciones, 3.522 corresponden a viviendas de personas físicas, lo que implica un incremento del 20,2% respecto al primer trimestre y un 28,1% en comparación con el mismo período del año pasado. Este aumento en las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas es un claro indicador de la presión que enfrentan muchas familias para cumplir con sus obligaciones hipotecarias.
Un aspecto notable de estos datos es la diferencia en las ejecuciones hipotecarias entre viviendas nuevas y usadas. En el segundo trimestre, el 10,3% de las ejecuciones hipotecarias se realizaron sobre viviendas nuevas, mientras que el 89,7% correspondieron a viviendas usadas. Las ejecuciones sobre viviendas nuevas han aumentado un 75,2% en tasa anual, mientras que las ejecuciones sobre viviendas usadas han crecido un 23,9%. Este aumento en las ejecuciones sobre viviendas nuevas puede ser un reflejo de la creciente dificultad que enfrentan los compradores en un mercado inmobiliario cada vez más competitivo.
Las ejecuciones hipotecarias sobre personas jurídicas también han mostrado un aumento significativo, con un incremento del 22,4% trimestral y un 26% interanual, alcanzando un total de 611 ejecuciones. Además, las ejecuciones sobre solares han experimentado un aumento del 34,1% entre abril y junio, lo que representa un incremento del 123% en comparación con el año anterior, totalizando 228 ejecuciones. Estos datos sugieren que no solo los propietarios individuales están enfrentando dificultades, sino también las empresas y desarrolladores en el sector inmobiliario.
En cuanto a la distribución geográfica de las ejecuciones hipotecarias, Andalucía se posiciona como la comunidad autónoma con el mayor número de certificaciones, con un total de 1.471 ejecuciones. Le siguen la Comunitat Valenciana con 1.350 y Cataluña con 1.093. Por otro lado, La Rioja, la Comunidad Foral de Navarra y Cantabria son las regiones con el menor número de ejecuciones, con cifras que oscilan entre 24 y 39.
En el caso específico de las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas, Andalucía también lidera la lista con 948 ejecuciones, seguida de Cataluña con 820 y la Comunitat Valenciana con 782. En contraste, las comunidades con menos ejecuciones son La Rioja (18), la Comunidad Foral de Navarra (21) y Cantabria (26). Esta disparidad en los datos refleja las diferentes dinámicas del mercado inmobiliario en cada región y cómo estas pueden influir en la estabilidad económica de las familias.
El aumento de las ejecuciones hipotecarias en España es un fenómeno que merece atención y análisis. La presión económica, junto con el aumento de los tipos de interés y la inflación, está llevando a muchas familias a situaciones difíciles. Es fundamental que se implementen políticas efectivas para abordar esta crisis y brindar apoyo a aquellos que se encuentran en riesgo de perder sus hogares. La situación actual del mercado inmobiliario no solo afecta a los propietarios, sino que también tiene repercusiones en la economía en general, lo que subraya la necesidad de una respuesta integral por parte de las autoridades y el sector financiero.