El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha confirmado recientemente el fallecimiento de un hombre de 77 años debido a la fiebre del Nilo Occidental, una enfermedad transmitida por mosquitos que ha cobrado relevancia en la región. Este caso se suma a un total de once infecciones registradas en Extremadura durante el año 2025, de las cuales cuatro personas permanecen hospitalizadas en el mismo centro donde se produjo el deceso. La situación ha llevado a las autoridades sanitarias a activar protocolos de vigilancia y prevención en todas las áreas de salud de la comunidad.
La fiebre del Nilo Occidental es una enfermedad viral que, aunque en la mayoría de los casos es asintomática, puede provocar síntomas graves en algunos individuos, especialmente en aquellos con sistemas inmunitarios comprometidos o en personas mayores. Según los informes, alrededor del 80% de las infecciones en humanos no presentan síntomas, lo que complica la detección y el control de la enfermedad. Sin embargo, el SES ha instado a la población a estar alerta ante cualquier síntoma compatible y a mantener una actitud proactiva en la prevención.
### Medidas de Prevención Recomendadas
Ante el aumento de casos, el SES ha emitido una serie de recomendaciones para minimizar el riesgo de contagio. Una de las principales sugerencias es mantener en buen estado las piscinas, estanques y balsas, evitando que se conviertan en criaderos de mosquitos. Es fundamental eliminar cualquier objeto que pueda acumular agua, como platos debajo de tiestos, jarras, cubos y neumáticos. Además, se aconseja cubrir recipientes con agua y mantener limpios los canalones y desagües.
La vestimenta también juega un papel crucial en la prevención. Se recomienda usar ropa de colores claros y cubrir la mayor parte del cuerpo con mangas largas y pantalones largos. Asimismo, es aconsejable evitar el uso de jabones aromatizados, perfumes y aerosoles para el cabello, ya que estos pueden atraer a los insectos. En su lugar, se sugiere el uso de repelentes e insecticidas autorizados, así como la instalación de mosquiteras en puertas y ventanas para evitar la entrada de mosquitos en los hogares.
El SES ha reiterado la importancia de la vigilancia y la educación en salud pública, instando a la población a estar informada sobre los síntomas de la fiebre del Nilo Occidental, que pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, fatiga y, en casos más severos, síntomas neurológicos. La detección temprana es clave para el manejo adecuado de la enfermedad y para prevenir complicaciones graves.
### Contexto Epidemiológico
La fiebre del Nilo Occidental no es una enfermedad nueva en España, pero su incidencia ha fluctuado en los últimos años. La transmisión del virus ocurre principalmente a través de la picadura de mosquitos infectados, que adquieren el virus al alimentarse de aves infectadas. En este sentido, el cambio climático y la expansión de las poblaciones de mosquitos pueden influir en la propagación de la enfermedad, lo que hace que la vigilancia sea aún más crucial.
Las autoridades sanitarias han intensificado sus esfuerzos para monitorear y controlar la población de mosquitos en las áreas afectadas, así como para educar a la población sobre las medidas preventivas. La colaboración entre la comunidad y los servicios de salud es esencial para contener la propagación de la fiebre del Nilo Occidental y proteger la salud pública.
En resumen, el reciente fallecimiento en Extremadura es un recordatorio de la importancia de la prevención y la vigilancia en la lucha contra enfermedades transmitidas por vectores. La población debe estar informada y preparada para actuar, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias para reducir el riesgo de contagio y protegerse a sí misma y a su comunidad.