La reciente evaluación de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) ha puesto de manifiesto la solidez del sistema bancario europeo, destacando la capacidad de la banca española para resistir ante posibles crisis económicas. En un contexto donde se prevé un deterioro significativo en las condiciones macroeconómicas, los resultados de los test de estrés realizados revelan que la banca europea mantendría una ratio de capital CET1 del 12,1% en promedio para el año 2027, incluso en un escenario severo. Esta cifra, aunque inferior al 15,8% registrado al cierre de 2023, muestra una notable capacidad de resiliencia en el sector.
La banca española, en particular, se ha consolidado como una de las más resistentes del continente. En un escenario adverso que podría llevar a una contracción del PIB del 6,3%, la ratio agregada de CET1 de las entidades españolas se reduciría hasta un 10,7%. Aunque este dato es inferior a la media europea, refleja una menor destrucción de capital en comparación con muchos de sus homólogos. Solo algunos bancos polacos e italianos logran igualar la solidez de la banca española en este contexto.
### Estructura y Estrategia de la Banca Española
Una de las claves que explican esta resiliencia radica en la estructura del negocio de las entidades españolas. A diferencia de otros bancos europeos que tienen una mayor exposición a la banca de inversión y actividades especulativas, las entidades españolas han optado por modelos de negocio centrados en el segmento minorista. Esta estrategia les ha permitido operar con menos capital de partida, lo que, en tiempos de crisis, se traduce en una mayor capacidad para sortear situaciones adversas.
Los resultados de los test de estrés de este año han sido particularmente favorables para varias entidades españolas. Por ejemplo, Bankinter ha demostrado ser el banco con menor impacto, con una caída de solo 56 puntos básicos en su CET1 ‘fully loaded’, que partía del 12,4%. Otras entidades como CaixaBank, Santander y BBVA también han mostrado un deterioro contenido, con pérdidas que oscilan entre 162 y 187 puntos básicos. En contraste, bancos de otros países, como Deutsche Bank, han experimentado caídas mucho más significativas, lo que pone de relieve la solidez del sistema bancario español.
A pesar de estos resultados positivos, los supervisores, incluido el Banco de España, han instado a las entidades nacionales a mantener niveles de capital más altos. Esta recomendación se basa en la necesidad de garantizar que los bancos puedan seguir prestando a la economía en tiempos de crisis, lo que es fundamental para la estabilidad económica general.
### Comparativa Internacional y Perspectivas Futuras
Los resultados de los bancos europeos en los test de estrés han sido en general alentadores, con todos los participantes manteniendo ratios de capital CET1 superiores al 12%. Esto es un indicativo de que, incluso en un escenario adverso, las entidades financieras tienen la capacidad de seguir concediendo préstamos a hogares y empresas, lo que es crucial para la recuperación económica. Sin embargo, el informe de la EBA también señala que un banco incumple el requisito de ratio de apalancamiento SREP total Tier 1, lo que subraya la importancia de una supervisión continua y rigurosa.
La EBA, bajo la dirección de José Manuel Campa, ha destacado que el sector financiero europeo ha incrementado su rentabilidad y ratio de capital en los últimos dos años. Esta mejora, junto con una calidad de activos favorable y estable, permitirá a los bancos amortiguar el impacto de un escenario económico desfavorable. Además, se espera que los ingresos por intereses netos aumenten debido a la previsible subida de tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) implementará para controlar la inflación. Esta situación se complementa con la diversificación de ingresos a través de comisiones, lo que proporciona una mayor estabilidad financiera a las entidades.
En resumen, la banca española se presenta como un pilar fundamental en la estabilidad económica de la zona euro, gracias a su estructura de negocio conservadora y su capacidad de adaptación a escenarios adversos. A medida que el entorno económico global sigue evolucionando, será crucial que las entidades mantengan su enfoque en la solidez y la resiliencia, asegurando así su papel en el apoyo a la economía nacional y europea.