El 24 de junio de 2025 se conmemora el decimoquinto aniversario de uno de los accidentes más trágicos en la historia reciente de Cataluña: el atropello de un tren en Castelldefels, que dejó un saldo devastador de 12 muertos y 14 heridos. Este suceso, que tuvo lugar durante la celebración de la verbena de Sant Joan, ha estado rodeado de controversias y litigios judiciales que han llegado hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). A pesar de las múltiples investigaciones, no se ha podido identificar a un responsable directo, lo que ha llevado a un sentimiento de frustración entre los familiares de las víctimas.
El accidente ocurrió en una noche en la que miles de personas se congregaron en las playas de Castelldefels para celebrar la festividad. La falta de medidas de seguridad adecuadas ha sido uno de los puntos más criticados en los informes posteriores al accidente. A pesar de que las investigaciones iniciales no encontraron culpables, sí se reconoció que no se adoptaron las medidas especiales que la situación requería. Esto ha llevado a los familiares de las víctimas a presentar reclamaciones patrimoniales contra el Estado, alegando que hubo una falta de diligencia en la gestión de la seguridad en la estación.
### La Larga Batalla Judicial
Desde el momento del accidente, las familias de las víctimas han estado inmersas en una lucha legal que ha resultado ser un camino lleno de obstáculos. La primera resolución judicial que se emitió tras el accidente fue el archivo de la instrucción el 20 de octubre de 2014, debido a la falta de responsables directos. Sin embargo, esto no detuvo a los familiares, quienes continuaron buscando justicia a través de diferentes instancias judiciales.
En 2019, el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo 5 de la Audiencia Nacional desestimó las pretensiones de los familiares, lo que llevó a un recurso de apelación ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la misma Audiencia Nacional. Este recurso también fue desestimado, y posteriormente, un recurso de casación ante el Tribunal Supremo fue inadmitido. Finalmente, un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional también fue rechazado por no considerar que existiera una especial trascendencia constitucional en el caso.
La frustración de las familias se ha visto alimentada por la sensación de que el sistema judicial no ha podido ofrecerles la justicia que buscan. La falta de un responsable directo ha complicado aún más la situación, ya que las instituciones involucradas, como Renfe y Adif, han defendido que se cumplieron las normativas de seguridad y que la responsabilidad recae en la imprudencia de los usuarios.
### La Respuesta de los Servicios de Emergencia
Ante la magnitud del accidente, el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) activó un protocolo de emergencia que incluyó la movilización de psicólogos para atender a las víctimas y a las familias de los fallecidos. Andrés Cuartero, jefe del área del SEM, recuerda que fue uno de los servicios más impactantes que vivió, especialmente por la presencia de menores entre las víctimas. La atención psicológica se convirtió en una prioridad, no solo para ayudar a quienes presenciaron el atropello, sino también para ofrecer apoyo a los familiares que enfrentaban la pérdida de sus seres queridos.
Cuartero destaca que, al llegar la fecha del aniversario, es inevitable recordar el trágico evento y la tensión que se siente en momentos como este. La memoria de las víctimas sigue viva en la comunidad, y cada año, el recuerdo del accidente resuena con fuerza, recordando la importancia de la seguridad en eventos masivos y la necesidad de una respuesta adecuada ante situaciones de emergencia.
A medida que se acerca el aniversario, la comunidad de Castelldefels y los familiares de las víctimas continúan buscando respuestas y justicia. La falta de un responsable directo ha dejado un vacío que aún no se ha llenado, y el dolor de la pérdida sigue presente. Este trágico accidente no solo marcó la vida de quienes estuvieron involucrados, sino que también dejó una huella en la memoria colectiva de la sociedad catalana, recordando la importancia de la seguridad y la responsabilidad en la gestión de eventos públicos.
