La situación de pobreza infantil en España ha alcanzado niveles alarmantes, convirtiéndose en la más alta de la Unión Europea. Según el último informe de la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), 2,3 millones de niños y adolescentes viven en condiciones de pobreza. Este dato es un reflejo de una crisis estructural que afecta a una parte significativa de la población, especialmente a los hogares monoparentales y numerosas. A pesar de que el riesgo de pobreza y exclusión social ha disminuido ligeramente en el último año, la realidad es que 12,5 millones de personas siguen en riesgo, y 4,1 millones viven en pobreza severa, con ingresos inferiores a 644 euros al mes.
La pobreza infantil no solo es un problema económico, sino que también tiene profundas implicaciones sociales y emocionales. Los niños que crecen en entornos de pobreza enfrentan mayores dificultades para acceder a una educación de calidad, atención médica adecuada y oportunidades de desarrollo personal. Esto perpetúa un ciclo de pobreza que se transmite de generación en generación. Las políticas sociales implementadas en los últimos años han tenido un impacto positivo en la reducción del riesgo de pobreza en general, pero no han logrado llegar a las familias más vulnerables, lo que agrava la situación de aquellos que más lo necesitan.
### Desigualdad en el Acceso a Recursos Básicos
Uno de los factores que contribuyen a la pobreza en España es el acceso limitado a la vivienda. Los precios de compra y alquiler han aumentado significativamente, lo que ha llevado a muchas familias a destinar más de un tercio de sus ingresos a cubrir este gasto. En el caso de las familias en situación de pobreza, este porcentaje puede llegar hasta el 35,5%. Esto deja a estas familias con una cantidad mínima para cubrir otras necesidades básicas como alimentación, educación y salud. La situación es aún más crítica para los hogares monoparentales, donde más de la mitad se encuentra en riesgo de pobreza.
Además, la brecha de género en la pobreza se está ampliando, afectando desproporcionadamente a las mujeres y a la población migrante. Más de la mitad de las personas migrantes en España se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Esta situación es insostenible y requiere una atención urgente por parte de las autoridades y de la sociedad en general. Las políticas públicas deben enfocarse en garantizar el acceso a vivienda digna y asequible, así como en ofrecer apoyo a las familias más vulnerables.
La EAPN-ES ha instado a los partidos políticos a aprobar un Pacto de Estado contra la Pobreza que contemple medidas concretas para garantizar ingresos dignos, acceso a vivienda, empleo de calidad y educación inclusiva. Este pacto es esencial para abordar la pobreza infantil y asegurar que todos los niños en España tengan la oportunidad de crecer en un entorno seguro y saludable.
### La Necesidad de Medidas Efectivas
La situación actual exige medidas urgentes y estructurales. A pesar de que algunos países europeos han logrado reducir la pobreza infantil desde 2015, España ha mantenido tasas elevadas. La falta de acción efectiva no solo perpetúa la pobreza, sino que también afecta el futuro de toda una generación. Es fundamental que las políticas sociales se diseñen de manera que lleguen a quienes más lo necesitan, en lugar de dejar a las familias vulnerables en la periferia de la ayuda.
El informe de EAPN-ES destaca que, aunque el riesgo de pobreza ha disminuido del 26,5% al 25,8%, aún hay un largo camino por recorrer. Las medidas implementadas hasta ahora no han sido suficientes para erradicar la pobreza extrema, que se ha mantenido constante en 4,1 millones de personas. Esto indica que las políticas actuales deben ser reevaluadas y ajustadas para ser más efectivas.
La pobreza infantil es un problema que no solo afecta a los niños y sus familias, sino que también tiene repercusiones en la sociedad en su conjunto. Un futuro en el que los niños crezcan en condiciones de pobreza limita su potencial y contribuye a la perpetuación de la desigualdad. Por lo tanto, es imperativo que se tomen medidas decisivas para abordar esta crisis y garantizar que todos los niños en España tengan acceso a las oportunidades que merecen.
La EAPN-ES ha hecho un llamado a la acción, instando a los responsables políticos a actuar con rapidez y determinación. La pobreza infantil no es solo un problema económico, sino un desafío moral que debe ser abordado con urgencia. Si los partidos políticos realmente se preocupan por el bienestar de la población, deben encontrar la manera de colaborar y poner en marcha un plan que garantice un futuro mejor para todos los niños en España.