La reciente muerte del papa Francisco ha dejado a la Iglesia católica en un periodo de ‘sede vacante’, lo que ha suscitado un gran interés en torno a la figura del pontífice y su estilo de vida. A lo largo de su papado, Francisco se destacó no solo por su enfoque pastoral, sino también por su estilo de vida austero y su rechazo a la opulencia. Este artículo explora cómo se financia la vida del papa, su relación con el dinero y el sistema de salarios dentro de la Iglesia católica.
La naturaleza del cargo papal implica que el papa no recibe un salario en sentido estricto. Desde su elección como obispo de Roma en marzo de 2013, Francisco optó por vivir en la Casa Santa Marta, un alojamiento modesto en el Vaticano, en lugar de utilizar el Palacio Apostólico. Este cambio no solo refleja su deseo de cercanía con el pueblo, sino también su rechazo a los símbolos de poder que tradicionalmente han acompañado a la figura del papa. En este sentido, su vida diaria está completamente cubierta por la Santa Sede, que se encarga de todas sus necesidades, incluyendo alimentación, alojamiento, vestimenta y viajes.
### La Estructura Financiera de la Santa Sede
La Santa Sede tiene una estructura financiera que se basa en diversas fuentes de ingresos. Una de las más significativas es el Óbolo de San Pedro, una colecta anual que se destina a obras de caridad y a cubrir los gastos de la Iglesia. Además, la Santa Sede recibe contribuciones de fieles e instituciones católicas, lo que le permite mantener su funcionamiento y financiar sus actividades en todo el mundo.
A pesar de que el papa no recibe un salario, otros miembros de la jerarquía eclesiástica sí lo hacen. Los cardenales que ocupan posiciones importantes dentro del Vaticano suelen recibir un salario mensual que ronda los 5.000 euros. Esta cifra puede parecer elevada, pero es importante considerar que muchos de estos cardenales tienen responsabilidades significativas y desempeñan funciones cruciales en la administración de la Iglesia.
Por otro lado, los obispos y sacerdotes perciben salarios más bajos, que oscilan entre 1.500 y 2.500 euros. Estos salarios son inferiores a los que se podrían esperar en otras organizaciones de gran envergadura, lo que refleja la naturaleza particular de la Iglesia como institución religiosa. Además, los trabajadores laicos que desempeñan funciones administrativas, técnicas o de seguridad en el Vaticano tienen salarios que se asemejan a los de los funcionarios públicos italianos, variando entre 1.200 y 3.000 euros al mes, dependiendo de su antigüedad y responsabilidad.
### Un Estilo de Vida Austero
El papa Francisco ha sido un firme defensor de la austeridad y la simplicidad. Durante su pontificado, ha criticado abiertamente el ‘carrerismo’ y la opulencia dentro de la Iglesia, promoviendo un mensaje de humildad y servicio. Esta postura se refleja en su elección de no utilizar zapatos rojos, que son un símbolo tradicional de la autoridad papal, y en su decisión de llevar un anillo de plata dorada en lugar del tradicional anillo papal de oro.
La Casa Santa Marta, donde residía, es un lugar que alberga a sacerdotes y visitantes, lo que subraya su deseo de vivir en comunidad y cercanía con los demás. En este entorno, el papa Francisco no solo llevó una vida sencilla, sino que también se convirtió en un símbolo de la necesidad de la Iglesia de adaptarse a los tiempos modernos y de ser más accesible a los fieles.
La muerte del papa Francisco ha dejado un legado de humildad y servicio que muchos en la Iglesia esperan que continúe con su sucesor. A medida que se prepara el cónclave para elegir al próximo papa, las enseñanzas y el estilo de vida de Francisco seguirán siendo un punto de referencia para la Iglesia católica en su camino hacia el futuro. La figura del papa, aunque no reciba un salario, representa un papel crucial en la vida espiritual de millones de católicos en todo el mundo, y su legado perdurará en la historia de la Iglesia.