En un mundo donde el deporte se convierte en un símbolo de superación y resiliencia, la historia de Arnau, un joven de Sant Quirze, destaca como un ejemplo inspirador. A sus ocho años, Arnau no solo era un apasionado del fútbol, sino que también había logrado un hito significativo al ganar la liga con su equipo, el Cercle Sabadellés. Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando fue diagnosticado con un astrocitoma pilocítico, un tumor cerebral que cambiaría su vida y la de su familia para siempre.
### El Diagnóstico y la Lucha Inicial
La historia de Arnau comenzó en mayo de 2021, un mes que debería haber sido de celebración, pero que se tornó en una pesadilla. Tras notar que su hijo había perdido peso y mostraba signos de cansancio, su familia decidió buscar atención médica. Inicialmente, los médicos atribuyeron sus síntomas a un problema de estrabismo, pero un TAC reveló la dura realidad: un tumor en el cerebelo, una zona crítica del cerebro que afecta funciones vitales como la movilidad y el equilibrio.
La familia de Arnau se enfrentó a un diagnóstico devastador. La operación fue programada de inmediato en el hospital Vall d’Hebron, y aunque la primera craneotomía fue exitosa, no se logró extirpar todo el tumor debido a los riesgos asociados con la cercanía al tronco encefálico. La incertidumbre y el miedo se apoderaron de sus padres, quienes se aferraron a la esperanza de que su hijo se recuperara.
Sin embargo, dos semanas después de la primera operación, los síntomas regresaron. Arnau tuvo que someterse a una segunda intervención quirúrgica, esta vez con un enfoque más agresivo para eliminar cualquier rastro del tumor. La recuperación fue dura; Arnau se encontró postrado en la cama, incapaz de hablar, tragar o moverse. La vida que había conocido, llena de fútbol y alegría, parecía lejana.
### La Fuerza de la Voluntad y el Regreso al Fútbol
A pesar de las adversidades, Arnau nunca perdió su amor por el fútbol. El deseo de volver a jugar se convirtió en su motor. Después de recibir el alta, asistió a un partido de sus excompañeros en silla de ruedas, mostrando una determinación admirable. Su rehabilitación comenzó con un fisioterapeuta del hospital, y aunque el camino fue largo y lleno de desafíos, Arnau se comprometió a recuperar su movilidad.
Con la ayuda de su fisioterapeuta, Arnau elaboró una lista de deseos, siendo el primero volver a jugar al fútbol. A pesar de las dificultades, no perdió ningún curso escolar y se esforzó al máximo. En 2022, aunque aún dependía de una silla de ruedas, fue nombrado entrenador del Cercle Sabadellés, lo que le proporcionó un impulso emocional significativo. La autoestima de Arnau creció, y su pasión por el deporte se avivó.
El verano de 2023 marcó un hito en su recuperación: Arnau dio sus primeros pasos. En 2024, dejó la silla de ruedas y comenzó a explorar nuevas oportunidades en el deporte. Sin embargo, el camino no fue fácil. A pesar de su progreso, Arnau enfrentó un nuevo desafío: la dificultad de ser aceptado por sus compañeros en el campo de juego. La preocupación de sus amigos por no hacerle daño lo llevó a buscar alternativas.
Fue entonces cuando Arnau descubrió el fútbol adaptado para personas con parálisis cerebral. Aunque al principio mostró resistencia, su padre lo animó a unirse a un equipo especializado, Disport, donde conoció a otros jóvenes con experiencias similares. Este entorno le permitió reconectar con su amor por el fútbol y encontrar un espacio donde podía competir y disfrutar del deporte sin restricciones.
### La Creación de una Asociación y el Futuro del Fútbol Adaptado
La historia de Arnau no solo se trata de su lucha personal, sino también de un esfuerzo más amplio para dar visibilidad y apoyo a otros jóvenes con parálisis cerebral. Su padre, Jordi, se ha convertido en un defensor del fútbol adaptado, buscando crear una asociación llamada «Nomelapassen». Esta iniciativa tiene como objetivo proporcionar recursos y oportunidades para los jóvenes con discapacidades, permitiéndoles disfrutar del deporte y crear recuerdos significativos.
En España, se estima que hay alrededor de 125,000 personas con parálisis cerebral, pero la estructura para el fútbol adaptado es limitada. A diferencia de la Liga Genuine, que apoya a personas con discapacidad intelectual, el fútbol para aquellos con parálisis cerebral carece de una liga organizada y de competiciones regulares. Esto ha llevado a Jordi a buscar patrocinadores y apoyo para desarrollar una disciplina que permita a los jóvenes disfrutar del deporte y competir en un entorno inclusivo.
La historia de Arnau es un testimonio de la capacidad del deporte para transformar vidas. A través de su viaje, ha demostrado que la pasión y la determinación pueden superar incluso los obstáculos más difíciles. Con el apoyo de su familia, amigos y la comunidad, Arnau no solo ha encontrado su camino de regreso al fútbol, sino que también está ayudando a otros a hacer lo mismo. Su historia es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, siempre hay esperanza y oportunidades para seguir adelante.