La ciudad de Tulkarem, situada en el norte de Cisjordania, se ha convertido en un símbolo de la angustia y la desesperación que viven los palestinos en medio del conflicto con Israel. Desde el 7 de octubre de 2023, la violencia ha escalado de manera alarmante, especialmente tras el inicio de la «Operación de Hierro» por parte del gobierno israelí. Este artículo explora la situación actual en Tulkarem, el impacto de las incursiones militares y la vida cotidiana de sus habitantes, quienes enfrentan un futuro incierto.
La vida en Tulkarem ha cambiado drásticamente en los últimos meses. Las calles, que alguna vez fueron un bullicio de actividad, ahora están marcadas por el silencio y la desolación. La mayoría de los comercios han cerrado, y los pocos que permanecen abiertos luchan por sobrevivir en un entorno hostil. La ciudad, que históricamente ha dependido de la agricultura y la producción de aceite de oliva, se enfrenta a una crisis económica sin precedentes. La violencia y el miedo han llevado a muchos jóvenes a la desesperación, sin oportunidades de empleo y con un futuro que parece sombrío.
### La Operación de Hierro y sus Consecuencias
La «Operación de Hierro» fue anunciada por el primer ministro israelí como una respuesta a lo que él considera una amenaza de las milicias palestinas en el norte de Cisjordania. Desde su inicio, las incursiones del ejército israelí han resultado en el desplazamiento de más de 40,000 personas, dejando a muchas familias sin hogar y en condiciones precarias. Las redadas han sido brutales, con el uso de fuego real y ataques aéreos que han dejado un rastro de destrucción.
Los testimonios de los residentes de Tulkarem son desgarradores. Enshirah Anbar, una mujer de 53 años, recuerda cómo su vida cambió en un instante. Su hermano fue asesinado por un soldado israelí, y su hogar fue destruido durante una de las redadas. «No tenemos miedo de Hamás, tenemos miedo de Netanyahu», dice con una mezcla de tristeza y rabia. Esta sensación de vulnerabilidad es compartida por muchos en la ciudad, quienes sienten que son los siguientes en la línea de fuego.
La violencia ha dejado una huella profunda en la psique de los habitantes de Tulkarem. La mayoría de los jóvenes han perdido a amigos y familiares, y muchos han sido arrestados por las fuerzas israelíes. Según informes, más de 19,000 palestinos de Cisjordania han sido detenidos desde el comienzo de la masacre en Gaza. Esta represión ha creado un ambiente de miedo y desconfianza, donde la vida cotidiana se ha vuelto una lucha constante por la supervivencia.
### La Vida Cotidiana en un Campo de Refugiados
En Tulkarem, muchos residentes han buscado refugio en escuelas y campos de refugiados, donde las condiciones son deplorables. Las aulas se han convertido en hogares improvisados, y las familias comparten espacios reducidos y escasos recursos. Ramzi Hsain y su esposa Rawan, junto a sus dos hijas y un bebé recién nacido, viven en una de estas instalaciones. «No teníamos tiempo para recoger nuestras cosas. Todo lo que tenemos aquí es lo que nos han donado», explica Rawan, mientras sostiene a su bebé en brazos.
La situación humanitaria es crítica. Las familias enfrentan la escasez de alimentos y agua, y las condiciones de higiene son inadecuadas. Las mujeres se organizan para gestionar la convivencia y el reparto de la ayuda humanitaria, pero la presión es abrumadora. «No nos avisaron para coger nuestras pertenencias. Todo lo que ves aquí es de lo que nos han donado», señala una madre, mientras espera su turno para ducharse en un baño compartido.
La comunidad se ha unido en medio de la adversidad, pero el miedo persiste. La incertidumbre sobre el futuro y la posibilidad de nuevas incursiones militares hacen que cada día sea un desafío. «Estamos muertos en vida», dice Fadi Abusimri, un voluntario que ayuda a repartir alimentos y ropa a los desplazados. La juventud de Tulkarem, que representa un alto porcentaje de la población, se siente atrapada en un ciclo de violencia y desesperanza.
La historia de Tulkarem es un reflejo de la lucha más amplia del pueblo palestino. Desde la primera guerra árabe-israelí en 1948, muchos palestinos han buscado refugio en esta ciudad, pero ahora se enfrentan a una nueva ola de violencia que amenaza con borrar su historia y su futuro. Taleb, un residente que llegó a Tulkarem como refugiado, se pregunta: «¿A dónde vamos?». Su historia es un recordatorio de que la lucha por la dignidad y la justicia continúa, incluso en medio de la desesperación.
La comunidad internacional observa con preocupación la situación en Tulkarem y en otras partes de Cisjordania. Las voces de los palestinos, que claman por paz y justicia, deben ser escuchadas. La esperanza de un futuro mejor para Tulkarem y sus habitantes depende de la voluntad de todos los actores involucrados en este conflicto de buscar soluciones pacíficas y duraderas. La vida en Tulkarem es un testimonio de la resiliencia del pueblo palestino, que a pesar de las adversidades, sigue luchando por su derecho a vivir en paz y dignidad.